Loable iniciativa
Sorprendente iniciativa la que florece en el Teatre de Sarrià, una iniciativa operística que nunca habríamos podido imaginar en Barcelona: una ópera de un compositor seguidor de Rossini, que no es conocido ni en su casa, que sólo tiene en común con los grandes el haber nacido en Iesi (la patria de Pergolei) y que escribió para una marquesa de gran linaje (descendiente de los príncipes de Canossa) una ópera bastante enrevesada para su teatro privado, y que no se había hecho prácticamente en ningún sitio más hasta que los Amics de l’Òpera de Sarrià se han decidido a presentarla, cuidadosa y pulcramente estudiada por un equipo de seis cantantes que han dado vida a esta curiosa partitura, hecha de números de conjunto (dúos, tríos, cuartetos, quintetos, sextetos) con muy pocas arias (la más destacada la que interpreta magníficamente Paula Sánchez Valverde, en el papel de Maria) y unos bellísimos dúos (el de la plegaria, sobre todo).
Un trabajo magnífico de preparación vocal ha hecho que la obra, que tiene un argumento bastante violento, sobre disputas por razones de fortuna, que se resuelven al fin amigablemente, gustara muchísimo al público (no detecté ninguna “deserción”) y el espectáculo acabara en verdadero triunfo. La dirección escénica “modernizó” innecesariamente las situaciones (las armas de los luchadores sustituidas por bayetas y cubos de fregar) pero el vestuario simbólico de gasas negras daba su impresión. La calidad vocal de todas las intérpretes y el buen funcionamiento de los pianos hicieron el resto. Una ópera de Balducci que no habríamos visto nunca sin este espíritu de iniciativa del equipo de los Amics de l’Ópera de Sarrià.