Lobos con piel de cordero
El Madrid busca la remontada “con fútbol y paciencia” y el Wolfsburgo tira de épica
Ya no hay más vuelta atrás para el Madrid de Zidane. Los blancos se la juegan esta noche con la necesidad de remontar los dos goles de renta que se trae el Wolfsburgo. No parece una empresa imposible por la debilidad del rival, octavo en la Bundesliga, a 36 puntos del Bayern. Sin embargo, la estadística juega en contra del Madrid, que fracasó en sus últimos ocho intentos de remontada europea. El Wolfsburgo llegó ayer a España renegando de su condición de favorito que ya le dan las apuestas. “Seguimos teniendo un 2% de posibilidades de pasar”, aseguró el veterano central brasileño Dante. Son lobos con piel de cordero. Aunque los futbolistas blancos han hecho llamadas pidiendo el aliento de la afición, no hay ambiente de remontada. De hecho, ayer quedaban casi dos mil entradas a la venta y todo indica que el Bernabeu no se llenará, desilusionado el madridismo con un equipo que esta campaña se ha distinguido por su enorme irregularidad, capaz de ganar en el Camp Nou y hacer el ridículo frente a rivales modestos.
Hasta el hijo de Juanito ha pedido que dejen de evocar a su padre, el famoso espíritu de Juanito, “porque cada vez que lo hacen palmamos”, escribió en un comentado tuit. Tan es así que quienes se han revestido de épica han sido los jugadores alemanes. “Habrá fuego y correremos por nuestras vidas”, decía ayer Schürrle, un mensaje que hubiera firmado el mismo Camacho, alma de aquellas remontadas de la década de los ochenta que Jorge Valdano describió con el nombre del “miedo escénico”. Desde Alemania Klaus Allofs, el director deportivo del Wolfsburgo, que en su currículum tiene el haberle marcado un gol al Barcelona con el Fortuna en la célebre final de Recopa de Basilea de 1979, advertía a los suyos sobre posibles contingencias arbitrales adversas: “En el Bernabéu pueden pasar cosas que no podemos ni imaginar, pero estamos preparados para todo”.
En su comparecencia, el entrenador del Wolfsburgo, Dieter Hecking, fue menos suspicaz: “Si se compara la historia sabemos quién es el favorito, pero nuestra tarea es que fracase. De mis jugadores espero valentía y ánimo. No sufrimos tensión”. Dieter Hecking dejó claro que “el objetivo es marcar un gol para ponérselo aún más difícil al Madrid”.
En el Madrid, Zidane ha intentado huir como de la peste de los típicos llamamientos a la épica. No quiere un Madrid de rompe y rasga, tan del gusto de la casa, que siempre admiró más a los Camacho, Stielike o Santillana que a los Velázquez de turno. Para el técnico francés, la receta que les puede dar la clasificación es otra muy distinta: “Jugar al fútbol, con paciencia y concentración”. Zidane ve a sus jugadores con la predisposición necesaria. “Los he visto entrenar tan bien que eso me quita presión”. Pero sabe lo que le espera de caer eliminados: posiblemente una limpia en la plantilla y darle el proyecto deportivo a otro entrenador. “El Madrid nunca está preparado para no pasar”. aseguró.
Al lado de Zidane compareció Luka Modric, lo más parecido a un líder silencioso en el vestuario. Con un buen castellano –lleva casi cuatro años en España–, el croata desgranó un discurso muy parecido al de Zidane: “Lo más importante es tener paciencia y ser más que nunca un equipo: atacar juntos y defender juntos. No podemos querer resolver todo en cinco o diez minutos”.
EL AVISO DE KLAUS ALLOFS “En el Bernabeu pueden pasar cosas que no podemos ni imaginar”, dice su director deportivo