Una despedida de cine para Kobe Bryant
La leyenda de Los Angeles Lakers anota 60 puntos y da la victoria a su equipo en su último partido
Horas antes del partido las calles aledañas al Staples Center de Los Ángeles ya estaban repletas de seguidores que bebían los vientos por Kobe Bryant (37 años). Era una marea vestida de púrpura y oro. El conjunto angelino había montado un auténtico parque temático dedicado a la leyenda de la NBA, que el miércoles por la noche disputó su último partido. Las estaciones de metro más cercanas al pabellón se habían rebautizado para la ocasión con el nombre de Kobe. Todo estaba dispuesto para homenajear a Bryant, uno de los mejores baloncestistas de siempre. Y Bryant regaló y se regaló un final de cine. Una auténtica película con happy end que hubiera firmado la industria de Hollywood precisamente en la capital del séptimo arte. 60 puntos para dar carpetazo a su carrera profesional. 60 puntos, la quinta mejor anotación de su vida, para despedirse con una victoria frente a los Utah Jazz (10196), que llegaron a ir 15 puntos por delante y que a falta de pocos minutos todavía dominaban por 10.
Para lograr esa cifra Bryant se despidió con otro récord personal, los 50 tiros que lanzó a canasta (convirtió 22). “Llevo 20 años escuchando a mis compañeros decir que pase el balón y esta vez todo el mundo quería que no lo pasara”, bromeó en su discurso final al público, lo que provocó la carcajada general y la suya propia.
Sus compañeros le buscaron en todo momento y él no se escondió, aunque comenzó fatal. Falló sus primeros cinco lanzamientos. “En los días previos no había visto la televisión ni había escuchado nada de lo que se pudiera decir sobre mí. No quería que nada me distrajera. No quería estar nervioso, quería centrarme en este final, pero la verdad es que comencé muy nervioso. No lo pude evitar. Ponerme por última vez la camiseta en el vestuario es algo que me sobrepasó...”, explicó tras el partido el escolta.
Pero se fue entonando hasta anotar 23 puntos en el último cuarto (“los compañeros se portaron muy bien, me buscaron constantemente y me animaron a que siguiera lanzando”). Con las gradas en estado febril Kobe anotó un triple a falta de 59 segundos y otro cuando faltaban 31 segundos, poniendo a su equipo por delante (97-96). Fue sustituido con cuatro segundos por jugar y recibió una ovación atronadora.
“La verdad es que lo que ha pasado este último día es algo increíble. Me he quedado en estado de shock”, afirmó el crack, que ni siquiera en la hora del adiós perdió su espíritu competitivo. “No ha si-
do un final perfecto porque un final perfecto habría sido irme con un título”, dijo Bryant, consciente de que los Lakers han cerrado una temporada horrenda, con sólo 17 victorias por 65 derrotas, un balance indigno de su pasado. A pesar de esto y para honrarle corrió el champán por el vestuario, algo que le hizo torcer un poco el morro porque asegura que eso sólo se hace cuando se gana la NBA.
Antes del partido otra leyenda de los Lakers, Magic Johnson, leyó un discurso en el que sentenció: “En los últimos 20 años este hombre ha sido la celebridad más grande que hemos tenido en la ciudad. No sólo es un icono increíble del deporte, sino también el jugador más grande en vestir la camiseta púrpura y oro”. Palabras mayores en una franquicia repleta de figuras a lo largo de la historia.
El que tomó el micrófono tras el encuentro fue Bryant, que habló en inglés, en italiano y en castellano. “Estoy muy emocionado. Siempre voy a llevar a estos aficionados en lo más profundo de mi corazón. Os quiero, chicos. Sois un público increíble. Ahora tenemos que estar todos juntos para apoyar al equipo en los próximos años. Mi sueño era ser un laker. ¿Cuántos niños pueden decir que han conseguido su sueño y que además pasaron toda su carrera en su equipo favorito? ¿Qué más puedo decir? “Mamba (su apodo) out”.
Cinco títulos, más de 33.000 puntos anotados, 18 veces en el All Star. Unos números increíbles. Pero no se queda con ninguno de ellos. Según Kobe, el mayor desafío que ha superado en su carrera han sido las tres lesiones graves que le dejaron muy tocado. En 2013 se rompió el tendón de Aquiles. En 2014 la rodilla. Y en 2015 sufrió una grave lesión en el hombro. “Volver de estos percances es como escalar una cima muy complicada. Yo lo hice tres veces en tres años, ese fue el mayor reto que he conseguido. Cuando me rompí el tendón de Aquiles muchos dijeron que no volvería jamás, pero lo logré”, razonó Bryant. Se va un grande.
HOMENAJE TOTAL Bryant emocionó al público y fue agasajado hasta por las estaciones de metro, que llevaron su nombre