La Eurocámara aprueba el registro de pasajeros aéreos
Las compañías deberán pasar los datos al hacerse la reserva
Los atentados del último año y medio han llevado al Parlamento Europeo a aprobar una de las herramientas que los Gobiernos vienen reclamando desde hace tiempo en la lucha contra el terrorismo: la creación de un registro de pasajeros aéreos. Hasta ahora, siempre se había opuesto a ello, pero tras el ataque contra la revista Charlie Hebdo las capitales redoblaron su presión para que cambiara de opinión y la puntilla llegó con la masacre del 13-N en París.
Las compañías aéreas estarán obligadas a proporcionar a las autoridades nacionales 19 datos de los pasajeros en el momento en que hagan la reserva. Entre ellos, el nombre y los apellidos; las fechas del vuelo; el número de asiento; el itinerario del viaje o el método de pago empleado en la compra del billete. La información se podrá conservar durante cinco años, aunque transcurridos los primeros seis meses, quedará enmascarada. Cada país deberá crear una unidad de información encargada de recolectar y almacenar los datos y sólo podrá intercambiarlos con otro Estado miembro si éste se lo pide expresamente, alegando que los necesita en la lucha contar el terrorismo.
La directiva limita este registro para aquéllos vuelos que entren o salgan de la UE, pero los Estados miembros se comprometieron en diciembre a aplicarlo también a los viajes intracomunitarios. De esta forma, quieren detectar a posibles terroristas antes de que suban al avión y confían en que la medida sirva para luchar contra los combatientes extranjeros, ciudadanos en su mayoría europeos que viajan a Siria o Iraq y tras un periodo de entrenamiento militar vuelven radicalizados.
Es el caso, por ejemplo, del belga Abdelhamid Abaaoud, considerado el cerebro del 13-N y que fue abatido por la policía en el piso de Saint-Denis, días después del atentado. O de Ibrahim El Bakraoui –uno de los tres terroristas del aeropuerto de Zaventem–, que viajó de Bélgica a Turquía para intentar cruzar a Siria, aunque no lo consiguió, porque Ankara le detuvo en la frontera.
El Parlamento Europeo se había opuesto desde el 2011 a aprobar el registro de pasajeros, por las dudas que la herramienta plantea en cuanto a la protección de derechos fundamentales. En el último año, las negociaciones entre el Consejo de la UE y la Eurocámara han sido intensas y finalmente se ha podido sacar adelante, gracias al pacto alcanzado entre los principales grupos políticos. No obstante, entre las filas socialistas y liberales ha habido discrepancias y algunos de sus eurodiputados han votado en contra. También la rechazaron la Izquierda Europea y los Verdes.
“Los trágicos ataques en Bruselas y París han subrayado que el problema no es la falta de información sobre los sospechosos de terrorismo, sino los errores a la hora de compartir la información y garantizar la vigilancia exhaustiva de estos individuos”, dijo Ernest Urtasun, eurodiputado de ICV. Sin embargo, el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, celebró que el registro de pasajeros vaya a salir adelante, porque estos “atentados atroces” han “demostrado que Europa necesita elevar su respuesta común contra el terrorismo y adoptar medidas concretas para combatirlo”.
En el binomio entre libertad y seguridad ayer se dio un paso en favor del segundo, pero el Tribunal Europeo de Justicia podría anular la medida si tumba el acuerdo que la UE firmó con Canadá para intercambiarse información entre los viajeros de ambos territorios.
El Parlamento Europeo se oponía desde el 2011, pero los últimos atentados redoblaron la presión