Corbyn defiende quedarse en la UE “para construir una Europa mejor”
“El ‘Brexit’ haría una hoguera con los derechos sociales”, advierte el líder laborista
Hoy comienza oficialmente la campaña del referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido en Europa, con los dos bandos técnicamente empatados según la última encuesta, un 17% de indecisos y el prestigio del primer ministro, David Cameron, por los suelos a raíz del escándalo sobre sus cuentas en paraísos fiscales, dimisiones en su Gabinete, agujeros negros en el presupuesto y el colapso de la industria siderúrgica nacional.
La consecuencia –y la paradoja– es que la decisión va a estar en manos de los votantes laboristas, ambivalentes respecto a la UE pero no visceralmente euroescépticos como muchos conservadores. Y que el tan denostado líder de la oposición, Jeremy Corbyn, va a ser quizás la voz decisiva en favor de la permanencia, y eso que en 1975 votó en contra de la Comunidad Económica Europea por tratarse de un “club de ricachones y privilegiados”.
En su primer gran discurso sobre el tema, Corbyn se pronunció clarísimamente a favor de que Gran Bretaña siga dentro de la Unión, no porque la vida dentro de ella sea maravillosa para las clases trabajadoras, sino porque fuera sería aún peor. “El Reino Unido después del Brexit –dijo– haría una hoguera con los derechos laborales, acabaría con el salario mínimo, la igualdad de sueleurófilos dos entre hombres y mujeres, las vacaciones pagadas, las compensaciones por despido improcedente, los permisos de maternidad y paternidad, convirtiéndose en un mercado libre con todo tipo de protecciones para las empresas y ninguna para los empleados. El próximo líder conservador, ya fuera Boris Johnson (alcalde de Londres) o George Osborne (ministro de Economía), daría la puntilla a lo poco que queda del concepto de justicia social”.
Corbyn ha sido criticado por no defender la visión europea con más fervor, y permitir (junto con Cameron) que los euroescépticos lleven la iniciativa. “No voy a ocultar –admitió– que a lo largo de los años he sido crítico con muchos aspectos de la UE, y que lo sigo siendo, como las presiones institucionales para privatizar los servicios públicos y la falta de transparencia y responsabilidad democrática. Las cosas tienen que cambiar, pero han de hacerlo desde dentro, no desde fuera”.
La última encuesta sitúa a los partidarios de la permanencia y salida de Europa empatados a 39%, con un 17% de indecisos y un 5% que en este momento no tiene intención de votar. Dado que los seguidores tories (sobre todo los hombres) se decantan por el Brexit, la decisión final quedará en manos de los simpatizantes laboristas. El Labour ha tenido tradicionalmente una fuerte rama euroescéptica (de la que formaba parte el propio Corbyn), pero los tienen una audiencia mucho mayor que dentro de las filas conservadoras.
Los tres mayores sindicatos del país (Unite, GMV y TUC), abogados históricos del internacionalismo y la solidaridad entre las clases trabajadoras del mundo entero, se han pronunciado por seguir dentro de la UE con argumentos similares a los de Corbyn: el horror que sería para lo que queda del proletariado británico, para las personas discapacitadas, los parados, quienes dependen de las ayudas y el Estado de bienestar, un Reino Unido fuera de Europa, paraíso del elitismo, la evasión fiscal, el fracking, la destrucción de la naturaleza y los contratos basura.
La economía, la soberanía nacional y la inmigración son los principales factores que van a sopesar los votantes en el referéndum, y ambas
TEMORES “Se acabarían el salario mínimo, las vacaciones pagadas y los permisos de maternidad”
EN SUS MANOS Los votantes laboristas se perfilan como decisivos para evitar la salida del Reino Unido
campañas están concentradas en meter el miedo en el cuerpo sobre las repercusiones de la permanencia o la salida en esos tres grandes apartados. No sólo el Gobierno sino todo el establishment económico (bancos, multinacionales, instituciones internacionales...) presionan por la continuidad., pero la campaña euroescéptica, aunque dispone de menos dinero, es mucho más fervorosa y cuenta con voluntarios llenos de entusiasmo que van de puerta en puerta repartiendo panfletos y explicando sus argumentos.
“Uno no puede cambiar el mundo viendo los toros desde el otro lado de la barrera, sin construir alianzas de partidos progresistas para reforzar los derechos laborales y de los consumidores, combatir la corrupción y defender el medio ambiente –afirmó Corbyn ante una audiencia de estudiantes y sindicalistas–. La UE no es perfecta, pero crea inversión y puestos de trabajo, y desde dentro la podemos mejorar”. Cameron dijo que no está de acuerdo en casi nada con el líder de la oposición, pero esta vez sí.