Los embajadores de España, Francia y Reino Unido regresan a Libia
El retorno el jueves a Libia de los embajadores de España, de Francia y del Reino Unido, después de un año y medio de ausencia, demuestra la determinación de la comunidad internacional de dar una oportunidad al nuevo Gobierno de unidad nacional para que el país salga del caos.
Al aterrizar juntos en el aeropuerto de Mitiga, los tres diplomáticos son los primeros embajadores europeos en volver a Trípoli tras la decisión de los países de la Unión Europea de cerrar sus embajadas durante el verano del 2014 a causa de los combates.
“Es un día para dar una señal clara de apoyo al Gobierno de unidad y para explicar a la comunidad internacional que nosotros apoyamos a Libia”, dijo el representante español, José Antonio Bordallo.
El viaje está destinado a demostrar el apoyo europeo al Gobierno de unidad nacional, creado tras el acuerdo firmado en diciembre del 2015 en Marruecos para encontrar, bajo los auspicios de la ONU, una solución política a la profunda crisis que ha sumergido a Libia desde la caída de Muamar el Gadafi en el 2011.
Junto con Bordallo, el embajador francés Antoine Sivan y su homólogo británico, Peter Millet, se dirigieron a la base naval de Trípoli, sede temporal del Gobierno dirigido por Fayez al Serraj, que este jueves estaba en Estambul. Mantuvieron encuentros con el viceprimer ministro, Ahmad Meitig, con responsables políticos y con el alcalde de Trípoli.
“Este Gobierno de unidad debe ejercer su autoridad sobre todas las administraciones y las instituciones financieras”, declaró el portavoz del ministerio francés de Asuntos Exteriores, Romain Nadal. “Puede contar con el apoyo de Francia” para “el refuerzo de la unidad nacional y la lucha contra la amenaza terrorista”, añadió. Nadal también informó de que París “estudia” la reapertura de la embajada en Trípoli.
El viaje de los diplomáticos se produce apenas 48 horas después de que el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Paolo Gentiloni, se convirtiera en el primer funcionario de alto rango europeo en viajar a capital libia para reunirse con las nuevas autoridades, pese a que estas aún carecen de reconocimiento interno.
Al Serraj y su equipo llegaron el pasado 30 de marzo a la capital libia en barco desde Túnez, y desde entonces el país vive una situación política confusa, con un Gobierno sin legitimidad interna, un Parlamento reconocido internacionalmente en Tobruq (este de Libia) que se niega a respaldar el gabinete y un liderazgo cesante en la capital que aún conserva poder militar.
Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en el 2011 la comunidad internacional contribuyera militarmente a la victoria de los rebeldes sobre la dictadura de al Gadafi.
De la situación han sacado provecho grupos radicales como la rama libia de la organización terrorista Estado Islámico, que en el último año ha ampliado el territorio bajo su control e incluso establecido un nuevo bastión en la costa mediterránea.
Los tres diplomáticos europeos, los primeros en volver desde el 2014, expresan así su apoyo al Gobierno de unidad