Cannes, con tres directoras en la competición, aborta la polémica sexista
El festival selecciona, en su sección oficial, a Pedro Almodóvar y Albert Serra
El año pasado sólo dos directoras: Maïwenn con Mon roi, y Valérie Donzelli, con Marguerite et Julien. El anterior ninguna.
Desde el 2011, en que llegaron a haber cuatro cineastas en la sección competitiva, todo un récord, Cannes había dado la espalda de forma más o menos ostentosa al sexo femenino.
No había llegado la cuestión al escándalo por el monocolor (blanco) que han marcado este año los Oscar. Pero un conato de sexismo en la alfombra roja de Cannes en la pasada edición –prohibiendo el paso a aquellas mujeres que no llevaban tacones– había dejado la polémica de la discriminación flotando en el aire. Lista para estallar.
Una polémica que hubiera incendiado, antes de empezar, la inminente edición del festival que arrancará el próximo 11 de mayo con la proyección de Café Society, de Woody Allen.
Thierry Frémaux, sin embargo, director artístico del certamen, hombre práctico y muy simpático, sabe que los incendios no se apagan con gasolina. Y ayer, entre la programación completa del certamen, anunciaba también que este año 2016 Cannes contará con las películas de tres mujeres directoras en su sección competitiva: American honey, de la británica Andrea Arnold; Mal de parres, de la francesa Nicole García, y Toni Erdmann, de la alemana Maren Ade. No es mucho, pero es suficiente para aplacar la polémica. De momento.
En total Frémaux anunciaba ayer que en esta edición del certamen –que entregará sus Palmas de Oro y Plata el 22 de mayo– participarán una cincuentena de títulos, de los cuales una veintena lo harán en la sección competitiva oficial. La sección estrella.
Entre esa veintena de titulos elegidos estará Julieta, de Pedro Almodóvar. Julieta, estrenada la pasada semana en España, marca de hecho el regreso de Almodóvar a la Croisette, donde no volvía desde La piel que habito en el año 2011. Se puede decir que, no obstante, el director manchego es un fijo en el festival habitualmente tan poco proclive al cine hecho en España. El director manchego ha participado en cuatro ocasiones anteriores en el certamen. Primero con Todo sobre mi madre (1999), luego con Volver (2006), y con posterioridad con Los abrazos rotos (2009), hasta llegar a la citada La piel que habito.
La presencia española se completa con Albert Serra que presentará, fuera de competición, en sesión especial, La muerte de Luis XIV, protagonizada por JeanPierre Léaud, el actor fetiche de Truffaut. La presencia de Serra, que ya había estado en Cannes en la Quincena de Realizadores –sección paralela a la sección oficial– con la rompedora El cant dels ocells (2008), se completa con el cortometraje Timecode , de Juanjo Giménez. También desfilará por la alfombra roja del certamen Javier Bardem, en calidad de protagonista de The last face ,de Sean Penn, también en la sección competitiva.
Como lo hara Ken Loach, de 79 años, que parecía retirado tras su anterior Jimmy’s Hall. Loach vuelve al certamen –que ganó en el 2006 con El viento que mueve la cebada– con Daniel Blake, otro de sus sentidos dramas sociales. Otro habitual es el francés Olivier Assayas que ha rodado en inglés Personal shopper, seleccionada para la competición. Como habitual es el citado Sean Penn o Jeff Nichols, cuya nueva película Loving, sobre la discriminación racial, es uno de esos títulos que ya cuentan, antes de su estreno, para los Oscar del próximo año.
El danés Nicolas Winding Refn. el director de Drive al que el Festival de Sitges rindió un homenaje en su anterior edición, llevará a la competición de Cannes The neon demon, al parecer una historia de supermodelos vampíricas que promete emociones fuertes.
Más directores clásicos de la competición, volcada este año en los clásicos, sin excesiva capacidad de sorpresa, serán el estadounidense Jim Jarmush, como son los belgas Dardene y el rumano Cristian Mungiu, todos ellos habituales de Cannes, como lo son también el también francés Bruno Dumont o el filipino Brillante Mendoza. Un certamen, pues, de sospechosos habituales, donde un joven como el franco canadiense Xavier Dolan, de 27 años, repite por segunda vez.