La Vanguardia

El nacimiento del Divino

El españolism­o celebra el centenario del debut de Zamora

- RAMÓN ÁLVAREZ

El Espanyol celebra el centenario del debut de Ricardo Zamora con la camiseta blanquiazu­l, un partido en el que, cien años atrás, el club empató ante el Real Madrid y en el que el legendario portero empezó a construir su mito como el mejor guardameta español de todos los tiempos.

Sant Adrià de Besòs/Cornellà de L.

“Gana el Espanyol 1-0 con Zamora de portero”. La frase, legendaria, volvió a escucharse ayer en Cornellà, que celebró el centenario del debut del Divino con el Espanyol en el que se puede considerar su primer partido en la élite. Los blanquiazu­les empataron sin goles ante el Real Madrid y Ricardo Zamora empezó a construir su mito, que hoy en día lo convierte en el mejor guardameta español de todos los tiempos. Tres generacion­es de metas españolist­as, Coco Bertomeu, Tommy N’Kono y Pau López glosaron su figura y su significad­o para cualquier portero españolist­a.

“Lo conocí en diciembre del 64, cuando el Espanyol vino a jugar a Amposta, mi pueblo. Yo era el portero rival y tuve el privilegio de que me lo presentaño­l”, sen. Al final del partido vino a verme Kubala y me dijo: “Usted el martes está en Barcelona, que ficha por el Espanyol”. Y así fue. Bertomeu se convirtió en uno de los fichajes del legendario portero cuando ocupaba un cargo institucio­nal en el club. “Ya no entrenaba al equipo, pero cuando me pillaba me hacía practicar sus zamoranas”, recordó el exportero blanquiazu­l.

“Cuando llegué al Espanyol Zamora hacía poco que había muerto y me hablaron muchísimo de él. Así que desde el principio entendí lo que representa­ba para el club y para el fútbol espa- explicó N’Kono. “Es un orgullo llevar una camiseta que ha llevado él y que no me merezco –añadió Pau–. Tras una figura como Zamora es una responsabi­lidad y algo muy bonito ocupar esta portería”. Hoy, tanto Pau como Arla vestirán una réplica de uno de los jerséis que exhibió el portero.

Zamora debutó en el Espanyol con sólo 15 años con su primera exhibición bajo palos. Se había formado como delantero centro y su primera actuación en la portería fue casual, como siempre recordaba el propio jugador. En un partido con el infantil del Barcelona ocupó la posición al no presentars­e el meta local en un duelo ante el Internacio­nal de Pepe Samitier. La futura leyenda barcelonis­ta le marcó dos goles, pero Zamora se ganó el puesto e inició una amistad con Samitier que mantuvo durante toda la vida. Los dos acabarían coincidien­do en el Barcelona y en el Real Madrid.

El Espanyol fue, sin embargo, el club de su vida. El que lo reclamó del Universita­ri para una gira por Madrid y le realizó su primer contrato en un momento en que el fútbol aún no era profesiona­l para sustituir a otra leyenda del club e ídolo personal de Zamora, Pere Gibert, el Grapas. El meta permaneció tres temporadas en las filas blanquiazu­les, fichó por el Barça para jugar allí otras tres campañas y volvió al Espanyol por desavenenc­ias económicas. Tras ganar la Copa de 1929, el Real Madrid lo fichó por la astronómic­a cifra de 100.000 pesetas. Defendió la camiseta blanca seis temporadas y volvió al Espanyol como técnico en 1955 en sustitució­n de Alejandro Scopelli.

EL PESO DE LA LEYENDA Tres generacion­es de metas blanquiazu­les –Bertomeu, N’Kono y Pau– esbozaron el significad­o de la figura

 ?? JORDI ROVIRALTA ?? N’Kono y Bertomeu con la camiseta histórica
JORDI ROVIRALTA N’Kono y Bertomeu con la camiseta histórica

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