La Vanguardia

El día que el guipuzcoan­o Cervantes pudo sonreír ante sus seguidores

- MARTA MATEO Barcelona. S. especial

La primera jornada no pudo empezar mejor. Con un sol espléndido y la brisa necesaria para no abrasarse, los partidos no decepciona­ron. Hubo para todos los gustos y colores. Iñigo Cervantes sumó la primera victoria para el Real Club de Tenis Barcelona al superar al croata Skugor –que venía de disputar la fase previa– en dos mangas. Para el vasco, afincado desde hace años en Barcelona, jugar en casa es más especial.

Aquí pasó gran parte de su recuperaci­ón cuando entre 2012 y 2013 pasó por un calvario físico que ya había arrancado en su adolescenc­ia. Imaginen cualquier lesión, que Cervantes la tuvo. Hernia discal con 16 años. Una osteopatía en el pubis justo cuando iba a entrar entre los 100 mejores del mundo. Problemas en ambas caderas que requiriero­n varias cirugías, ocho meses de baja y parte de rehabilita­ción en silla de ruedas. Y también un parón de seis meses para curar el codo. A sus 26 años, completame­nte recuperado y siempre con una sonrisa optimista, Cervantes llega a Barcelona con mucha ilusión. “La gente se acuerda mucho de las horas que pasaba aquí cada día, viéndome muy fastidiado y para ellos creo que verme corriendo de lado a lado en la pista les hace felices”, explicó el guipuzcoan­o.

Desde la plaza 57 del ranking mundial, el jugador que tanta admiración desprende en la Casa Club contará con el apoyo de todos cuando se mida en segunda ronda con Kuznetsov, diez puestos por encima en la clasificac­ión y cabeza de serie en el torneo.

Para los más nostálgico­s, dos veteranos del circuito desafiaron al reloj. Víctor Estrella Burgos, de la República Dominicana, remontó ante Mijaíl Kukushkin, mientras que Radek Stepanek eliminó al finalista aquí en el 2014, Santiago Giraldo, a quien se impuso en dos mangas. A sus 35 y 37 años, respectiva­mente, estos viejos rockeros probaron que el tenis actual tiene la experienci­a como su mayor virtud. Precisamen­te Stepanek será el próximo rival de David Ferrer, que ayer tuvo sesión doble de entrenamie­nto para coger ritmo tras una semanas parado por molestias en el soleo.

Pero también hubo sorpresas inesperada­s. Jaziri, otro de los treintañer­os, se llevó el duelo generacion­al ante el joven Chung. El jugador de Corea del Sur, de 19 años, llegó con la etiqueta de posible revelación y se quedó en eso, posible. También defraudó en su estreno Bedene, que vio cómo el ruso de 19 años Jachanov, 138.º del mundo, se llevaba el billete a segunda ronda contra todo pronóstico. Abonado a partidos épicos, Gabashvili dejó helado a Almagro. El de Murcia llegó a servir por la victoria y dispuso de dos bolas de partido al resto, pero el ruso se deshizo de él de la manera más dolorosa. Cuando la clasificac­ión ya estaba a un solo punto.

Estrella Burgos remontó ante Kukushkin y Stepanek eliminó a Giraldo, finalista en el 2014

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