Lorenzo se pasa al rojo
El balear dejará Yamaha por Ducati en busca de nuevos retos y más cariño
Casi un mes llevaba Jorge Lorenzo deshojando la margarita, desde que el 19 de marzo, en Qatar, Yamaha anunció con nocturnidad la renovación de Valentino Rossi. Hace pocos días se quedó sin pétalos y ayer Yamaha anunciaba el adiós, gracias y buena suerte. Finalmente, el tricampeón se ha decidido por Ducati. El mallorquín correrá dos años con la fábrica de Borgo Panigale, 2017 y 2018, después de haberlo hecho con Yamaha nueve cursos (2008-16) y haber logrado tres títulos de MotoGP (2010, 2012, 2015). El balear dará explicaciones el jueves en Jerez, pero estas son sus razones.
Con la marca de los diapasones Lorenzo ha tenido un desamor que se ha acelerado desde noviembre, hasta que en Qatar se colmó su vaso del desencanto, cansado de ser el segundo plato. “Mi prioridad era retirarme en Yamaha y ser piloto de leyenda de la marca, pero ahora no sé lo que pasará”, confesaba a este diario tras ganar en Losail. Lorenzo deja Yamaha por falta de reconocimiento, de “cariño, por cómo te valoran”: considera que el trato recibido –de la cúpula– no se corresponde con el de un piloto número uno, el que ha dado a Yamaha los tres últimos títulos y la mayoría de victorias desde el 2010, y que además debería ser la apuesta de presente y de futuro, con más recorrido que el 46. Un rol que sí otorgan a Rossi. Jorge ha ido acumulando desconsideraciones desde el caliente desenlace del Mundial 2015: los jefes se posicionaron a favor de Vale en la guerra con Márquez, regañaron a Lorenzo por querer personarse ante el TAS como parte afectada, corrieron a ofrecer la renovación al Dottore cuando el balear hacía meses que la pedía, al tiempo que Rossi fortalecía su posición y se convertía en socio comercial de Yamaha (su empresa VR 46 Apparel gestiona el merchandising de la marca, y esta le suministra las motos a Academy). Para rematar, Lin Jarvis le puso a Jorge el ultimátum de renovar antes de Jerez.
TONI LÓPEZ JORDÀ
“Un factor importante es la motivación”, decía Jorge, y correr con Ducati, una marca mítica, que no es campeona desde el 2007 (Stoner), con la que no triunfó Rossi (2011-12), supone un desafío personal para Lorenzo, consciente de que en Yamaha poco le queda por demostrar (podría igualar los 4 títulos de Vale, pero siempre estaría a su sombra). En Ducati podría ser el 6.º campeón de la historia con dos marcas diferentes. Además, tiene el aliciente de reencontrarse con Gigi Dall’Igna, su jefe en Aprilia, con quien fue bicampeón de 250cc.
La propina. A los argumentos deportivos y de reconocimiento se suma la oferta económica de Ducati, “un poco superior a la de Yamaha”, que ya era “la mejor que ha tenido nunca, y la mejor de todo MotoGP”: unos 12 millones de euros. Con propina: ser el número uno en Ducati, el piloto que ha de devolverle la gloria.
DESENCADENA EL MERCADO Lorenzo firma dos años (2017-18) con Ducati, se marchará Iannone y Viñales iría a Yamaha
EL PESO DE LA MOTIVACIÓN Además de la decepción con Yamaha, a Lorenzo le motiva ser campeón con Ducati, lo que hizo ‘Vale’