El cementerio de los elefantes
Otros históricos del fútbol inglés se han ido antes a segunda, pero ello constituye un pobre consuelo para los hinchas del Aston Villa. El desastre es desde luego deportivo, pero también económico
No está bien plagiar al maestro García Márquez, pero hay muchas cosas que no están bien. Y desde luego la del Aston Villa es –con perdón– la crónica de una muerte anunciada. Anunciada hace mucho tiempo, y no sólo en las últimas jornadas, cuando su supervivencia pendía ya de un hilo y su estrella Gabriel Agbonlahor decidió irse de juerga a Dubái. Escrita desde luego en enero, cuando la directiva decidió no reforzar el equipo. Escrita en el otoño, cuando nombró entrenador al francés Rémi Garde, un protegido de Arsène Wenger sin experiencia en la Premier. Escrita en la primera jornada, a pesar de la victoria sobre el recién ascendido Bournemouth, una de tan sólo tres en toda la temporada. Escrita a lo largo de los últimos cinco años, cuando el equipo ha coqueteado con el descenso. Escrita cuando Martin O’Neill dimitió en el 2010 como protesta por la austeridad. Escrita hace una década, cuando el norteamericano Randy Lerner compró el club.
El Villa, flamante campeón de la Copa de Europa de 1982, está oficialmente en segunda división, y de los 22 equipos originales de la Premier ya sólo quedan el Arsenal, el Chelsea, el Manchester United, el Everton y el Liverpool. Otros cuatro –Norwich, Southampton, Manchester City y Crystal Palace– consiguieron regresar a la élite. El Middlesborough de Karanka lidera la segunda división y acaricia el retorno. El resto están hundidos en las categorías inferiores del fútbol inglés. El Wimbledon desapareció y ahora se llama Milton Keynes Dons. ¿Quién se acuerda del Oldham, el Ipswich, el Coventry, el Wednesday o el Sheffield United? El Leeds no levanta cabeza desde el 2004. El Blackburn Rovers es una sombra del sorprendente campeón de 1999 con Alan Shearer de delantero centro. El Villa no es el único campeón de Europa que sufre la ignominia del descenso. El Nottingham Forest cayó de la Premier en el 93, y no está ni cerca de volver.
La Championship (segunda división inglesa) es un pozo sin fondo, un auténtico cementerio de elefantes donde hibernan históricos como el Derby County, el Fulham, el Queens Park Rangers, el Bolton, el Wolverhampton Wanderers... Las razones son sobre todo financieras, y más aún ahora con el nuevo contrato de derechos de televisión valorado en más de 10.000 millones de euros. La caída es más dura que nunca, y se estima que cuesta entre unas cosas y otras (pérdidas de aforo, depreciación de los patrocinios...) unos 100 millones de euros.
El Villa, para colmo, está en venta, aunque Lerner no tiene por el momento ofertas. La primera tarea es nombrar un entrenador con experiencia en la Championship, con Nigel Pearson y David Moyes como favoritos. La segunda es deshacerse de la mayoría de la plantilla, que a pesar de una campaña desastrosa cobra sueldos (como Charles N’Zogbia) de hasta cien mil euros a la semana. La tercera es renovar por completo un plantel técnico que –igual que los jugadores– no ha estado a la altura. El oteador encargado de España y Portugal es un estudiante de periodismo. El responsable de la Bundesliga dimitió a mitad de temporada para emigrar a Australia.
Chelsea, Manchester. United y Tottenham se fueron a segunda en la década de los setenta, pero consiguieron regresar al primer intento. El City cayó en el 83, y tuvo que esperar tres años para la vuelta.“He presenciado dos nacimientos y cinco descensos –dice el escritor Pete May–. El nacimiento es muy doloroso, pero sólo dura unas horas. El daño del descenso dura todo el verano, y más allá. Se traduce en derbis con el Walsall y viajes a Macclesfield, Lincoln y York”. Es lo que espera al Villa.
El Villa ganó la final de la Copa de Europa del 82 al Bayern, y en sus vitrinas hay siete ligas y siete copas