La UE alerta de que España ha relajado el ajuste
Redacción y agencias
La Comisión Europea y el Banco Central Europeo alertaron ayer de que España ha “invertido” el ajuste estructural logrado en los últimos años debido a que ha frenado los esfuerzos de consolidación, por lo que ha reiterado su llamada al Gobierno para que emprenda medidas “adicionales” para reducir el déficit.
“Los avances necesarios en la consolidación fiscal se han detenido, con lo que parte del ajuste estructural conseguido en los años anteriores ha sido invertido”, según el comunicado difundido por las instituciones tras la misión de supervisión posprograma que concluyeron la semana pasada en Madrid.
Expertos del Ejecutivo comunitario, del Banco Central Europeo y del fondo de rescate europeo (MEdE) viajaron a España del 11 al 13 de abril para examinar la situación del sector financiero y de la economía española. La misión ha constatado que el sector financiero ha logrado una mayor estabilidad gracias a las reformas estructurales y a la recapitalización de los bancos, pero advierte que “sigue habiendo retos significativos” que exigen “esfuerzos de consolidación adicionales”.
El objetivo de las medidas adicionales debe ser asegurar una reducción “duradera” del déficit público, añade el comunicado de las instituciones, que recalcan que es “fundamental” que se den esfuerzos de reforma “importantes”, de cara a equilibrar la economía. Bruselas ha reclamado en distintas ocasiones una mayor eficiencia en el gasto de las comunidades autónomas.
La economía española cerrará este año con un desfase en sus cuentas superior al 4% del PIB, muy por encima del objetivo apalabrado con Bruselas, el 2,8%. Varios organismos han señalado que la rebaja fiscal introducida el año pasado por el Ejecutivo causó una relajación presupuestarias.
En el 2015 también se superaron los registros –el déficit fue del 5,16% del PIB frente al 4,2% comprometido–. El objetivo de las autoridades europeas es que España sitúe su déficit en el 3% del PIB, pero es algo que debería conseguirse sólo en el 2018. Hasta ahora, las cuentas españolas llevan ocho años seguidos fuera de los parámetros europeos. De cumplirse esta tendencia, se llegará fácilmente a una década.