Los últimos del asalto al Camp Nou
Luis García, Moisés Hurtado y David Garcia rememoran una victoria con nombre propio: el ‘delapeñazo’
Los aficionados que aún lo tengan en la memoria recordarán el delapeñazo como un partido bronco, de continuas interrupciones, de un Barça especulativo ante un Espanyol que se hacía fuerte en la destrucción y que encontró en Iván de la Peña un goleador tan inesperado como efectivo. Un encuentro para olvidar para los blaugrana, una gesta para los blanquiazules, que llegaban al Camp Nou como colistas y eran capaces de doblegar para sorpresa de propios y extraños al Barça. Un líder que encadenaba 23 jornadas sin conocer la derrota y 10 puntos de ventaja al Real Madrid al frente de la tabla. Luis García. Moisés Hurtado y David Garcia eran tres de las figuras de un equipo que en aquel 2009 alcanzaba un fin de etapa tras la Copa del 2006. Protagonistas durante más de 90 minutos de la última victoria españolista en el feudo del eterno rival, más inesperada si cabe que una hipotética reedición del tamudazo este domingo.
Resistencia, intensidad y paciencia son tres de los elementos que los tres exespañolistas destacan de aquel derbi que se podrían extrapolar al actual. Ahora, el Espanyol no juega con el factor sorpresa ni pilla a un Barça a contrapié. Pero llega liberado y se mide a un rival al que la necesidad de ganar puede generarle una ansiedad atenazadora.
“Recuerdo aquel día como si hubiese sido ayer, fue un partido muy muy especial, en el que conseguimos dar la vuelta a una dinámica muy negativa de la forma más eficaz –recuerda Luis García, hoy en la segunda categoría belga–. Éramos colistas y ellos, el mejor Barça de la historia. Nadie daba un duro por nosotros... y ganamos. Mejor ejemplo de que un resultado así se puede dar este domingo, con un equipo sin presión, no puede haber”.
“Entonces no éramos mejor equipo que el Espanyol de ahora. La mayoría habíamos ganado la última Copa, pero muchos estábamos ya de vuelta –incide el ya exfutbolista y habitual de las emisoras de radio Moisés Hurtado sobre las posibilidades de la actual plantilla españolista de volver a dar la campanada en el Camp Nou–. Creímos que podíamos hacerlo, y lo hicimos. Si entonces los pillamos desconcentrados, ahora debemos jugar con su ansiedad de ganar, que les puede ir en contra”.
“Las claves de aquel partido fueron resistir el primer tiempo y plantearles un partido de una intensidad y una presión que ellos no supieron contrarrestar –añade David Garcia, quien tras colgar las botas en el Girona ya cuenta con el título de director deportivo y va a por el de entrenador–. Ahora no habrá factor sorpresa, ni un Barça confiado, pero sí un Espanyol ya sin presión y un rival al que la obligación de ganar le puede acabar pesando si no consigue resolver pronto el partido”.
Para las tres leyendas blanquia- zules, que siguen declarándose pericos acérrimos, las bajas con las que llega el Espanyol al Camp Nou pueden ser determinantes. Pero también lo puede ser la motivación con la que sus jugadores llegan a este partido en un momento de reivindicaciones obligadas ante el nuevo proyecto deportivo que prepara el club. “El Atlético de Madrid es el mejor ejemplo de que, con más voluntad que recursos, en el fútbol todo el posible”, concluye Luis García.