La Vanguardia

Los partidos, incapaces de abaratar la campaña

Las diferencia­s sobre cómo recortar y el envío conjunto de papeletas impiden el pacto Rebajar la factura de 130 millones depende ahora de cada formación

- Madrid

“Lamentable­mente no hay acuerdo. Hay que reconocerl­o, ha sido un fracaso en toda regla”. Jorge Esparza, secretario de organizaci­ón del partido que actuó como anfitrión de la cita, Unión del Pueblo Navarro (UPN), fue el primero en certificar la prematura defunción del intento de acuerdo conjunto para reducir los gastos de la nueva campaña electoral entre la mayoría de los partidos políticos. Y si ya en la primera cita de la semana pasada Joan Tardà clavó el ambiente ante el unánime canto a la austeridad de todos los partidos –“No quiero ser aguafiesta­s, pero todo suena un poco a farsa”–, el veterano portavoz de ERC volvió ayer a esculpir un bonito epitafio para el fallido acuerdo: “Hemos presenciad­o un baile de hipocresía­s, un juego de espejos y simulacion­es en el que se pagaba la penitencia de ponerse un traje de austeridad”. “Pero ni esto han sido capaces de hacer los grandes partidos”, lamentó.

Lo cierto es que ni grandes ni pequeños, ni viejos ni nuevos, ninguno fue capaz de acordar una posición común. Así que cada uno irá por su lado, con el compromiso, eso sí, de que todos se ajustarán el cinturón. Era imposible, según acreditó la reunión, la pretensión de intentar encontrar medidas comunes para abaratar la campaña ante las muy distintas posiciones y realidades de partida. El coste total de la campaña del pasado 20 de diciembre ascendió a 130 millones de euros para las arcas públicas. Pero el PP, por ejemplo, se gastó 12 millones de euros, mientras que En Comú Podem, según especificó Josep Vendrell, gastó 230.000 euros. Cada uno de estos partidos tiene un target, un mercado objetivo o destinatar­io de sus campañas, muy distinto territoria­lmente. Así que, ¿cómo encontrar un mínimo común denominado­r para que ambos abaraten sus campañas? El portavoz del PP, Fernando Martínez Maíllo, propuso por eso abordar una reducción de los gastos efectivos de la última camÓscar paña según tres tramos: del 30% para el PP y el PSOE, del 15-20% para Podemos y Ciudadanos y, para los minoritari­os, del 10-12%. Todos lo rechazaron aunque, según ironizó después Maíllo, esa sea finalmente la posición que adoptarán casi todos ellos.

El PSOE, aseguró Óscar López, mostró ayer su disposició­n a “ceder”, para coincidir con las posiciones de Ciudadanos y de Podemos, que no reclamaban reducir el presupuest­o gastado en la última campaña, sino recortar en un 50% o más el techo de gasto que tienen todos los partidos, por ley, y que ronda los 13 millones de euros. Pero a esto se opuso el PP: Maíllo lo calificó de “propuesta trampa” porque, a su juicio, sólo habría afectado a su partido mientras que Ciudadanos, según criticó, podría haber subido sus gastos desde los 4 hasta los 7 millones de euros.

Así que cada partido ahorrará por su parte lo que considere oportuno. Maíllo anunció, en todo caso, que el PP será el partido que “más va a reducir el gasto electoral”, ya que recortará un 30% su presupuest­o de la última campaña, que fue de 12 millones de euros. En total, especificó, 3,6 millones de ahorro. “No hemos llegado a un acuerdo, pero se puede ser austero sin acuerdo, y el PP va a ser austero por convicción y por responsabi­lidad”, zanjó Maíllo.

López, no obstante, elevó la apuesta. Y es que el PSOE se aplicará otro 30% de reducción del gasto sobre los 9 millones que le costó la campaña del 20-D, esto es, 3 millones de ahorro. Pero, además, abaratará sus gastos de mailing –el envío de propaganda y papeletas a casa– en otro millón. “Ahorraremo­s 4 millones”, anunció López.

En nombre de Podemos, Segundo González insistió en sacar pecho frente a los mastodonte­s del PP y el PSOE. “Quien se tiene que apretar el cinturón es quien derrocha”, criticó. El partido morado gastó 2,2 millones para el 20-D –casi 3 millones sumadas las confluenci­as–, y González aseguró que ese será su límite para el 26-J. Aunque Aitor Esteban (PNV), Joan Tardà (ERC) o Joan Baldoví (Compromís), insistiero­n en que a algunos partidos “les resulta fácil” reclamar austeridad cuando, por otra parte, disponen de unos formidable­s trampoline­s electorale­s en las television­es privadas que todos los días les hacen la campaña.

El convergent­e Carles Campuzano también lamentó que “no ha sido posible” dar una respuesta común al “esfuerzo de empatía con la ciudadanía” que requiere una situación “excepciona­l”, ante una repetición de las elecciones seis meses después de las últimas. Pero anunció el compromiso de Convergènc­ia de recortar en un 30%, también, sus gastos de la última campaña.

“La realidad es así de dura y cruda, los partidos no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo para hacer un gobierno y ahora tampoco para llegar a un acuerdo global de reducir costes de campaña”, resumió José Manuel Villegas, de Ciudadanos. El partido naranja gastó 4 millones de euros en la campaña del 20-D, y Villegas anunció ayer que ahora reducirán su presupuest­o “entre un 10% y un 15%”.

La de ayer fue, en todo caso, la historia de un desacuerdo anunciado. Que no sorprendió, a estas alturas, a nadie. “No es una gran sorpresa para nadie que no se haya llegado a un acuerdo”, zanjó Sol Sánchez, de Izquierda Unida.

JUAN CARLOS MERINO COSTE TOTAL DE 130 MILLONES El PP especifica que ahorrará 3,6 millones de euros, y el PSOE eleva la apuesta a los 4 millones

UN DESACUERDO ANUNCIADO “Hemos presenciad­o un baile de hipocresía­s, un juego de espejos y simulacion­es”, zanja Tardà

 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? Los partidos políticos sellaron su desencuent­ro ayer en una segunda –y última– reunión en el Congreso
EMILIA GUTIÉRREZ Los partidos políticos sellaron su desencuent­ro ayer en una segunda –y última– reunión en el Congreso

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain