CDC y ERC mantienen el desacuerdo por la subida de impuestos
Homs reprocha a Junqueras que no lo hablara en el Govern
Lejos de rebajar la tensión por una cuestión tan delicada y polémica como la subida de impuestos, CDC y ERC mantienen el pulso. La intervención, el martes, del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, rechazando la posibilidad de un aumento del IRPF a las rentas más altas que el vicepresidente del Govern y conseller de Economia, Oriol Junqueras, había planteado no sirvió para calmar los ánimos y ayer miembros de los dos partidos mantenían públicamente inalterables sus posiciones respectivas.
Desde CDC, Francesc Homs insistió en la crítica al responsable de las finanzas públicas de Catalunya, en esta ocasión para declararse sorprendido por el hecho de que “fijara una posición en un tema delicado como el del marco tributario y fiscal sin haberlo hablado en el seno del Govern”. “Estas cosas no se deben gestionar en el terreno público”, lamentó el vicesecretario general de estrategia del partido de Artur Mas, que aconsejó a Oriol Junqueras tratar este tipo de cuestiones “de puertas para dentro”. Y no sólo esto, sino que mostró su convencimiento de que la prioridad del vicepresidente del Govern no debe ser estudiar subidas de impuestos, sino reunirse con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, para reclamar que el Gobierno español pague las deudas pendientes con Catalunya. “En Catalunya no tenemos margen para subir impuestos y lo que tiene que hacer el Estado es pagar sus deudas a la Generalitat”, sintetizó Francesc Homs en declaraciones a Antena 3.
ERC, en cambio, continuó defendiendo la subida del IRPF a las rentas más altas como medida para “hacer frente al expolio financiero del Estado español”, en palabras de su diputado en Madrid, Joan Tardà. El representante de la formación de Oriol Junqueras sostuvo que el Govern “tiene la obligación” de estudiar una reforma fiscal, en la línea que tiene en mente el departamento de Economia de aumentar el IRPF a las rentas más altas y rebajarlo a las más bajas, y definió el debate que se ha abierto en Catalunya como un “síntoma de madurez”, en un intento de quitar hierro a la discrepancia con CDC. Joan Tardà vino a recordar, en todo caso, que si hay controversia es porque el Tribunal Constitucional, a raíz de los recursos planteados por el Gobierno español, “ha dinamitado” la mayor parte de nuevas figuras impositivas que ha implantado el Govern y que hubieran permitido recaudar entre 700 y 800 millones más.
Entre estos impuestos figura, por ejemplo, el de pisos vacíos, el de producción de energía nuclear o el de entidades bancarias, que al Govern le gustaría recuperar. El secre- tario de Hisenda, Lluís Salvadó, mientras tanto, recordó que el posible incremento del IRPF a las rentas altas no figura en el borrador de la ley de acompañamiento de los presupuestos del 2016 y remitió la eventual modificación al trámite en el Parlament, ante la evidencia de que Junts pel Sí –el grupo que comparten CDC y ERC– no tiene mayoría suficiente para decidirlo por si solo. “A partir de las enmiendas que presenten los distintos grupos se acabará configurando si hay una modificación o no del IRPF”, explicó en Catalunya Ràdio.
El departamento de Economia sostiene que el Govern estudia “cómo hacer más progresivo el sistema
del IRPF, porque el objetivo fundamental es reducir la presión fiscal en los tramos más bajos”, y justifica la posible subida a las rentas altas en la necesidad de compensar la rebaja, habida cuenta de que la posibilidad de hacerlo por la vía de otros ingresos es remota. “Ello tiene un coste y la cuestión es cómo lo compensamos”, argumentó el secretario de Economia, Pere Aragonès, en declaraciones a RAC1.