Un puente del revés
Los chilenos, acostumbrados a las tragedias naturales, observan con perplejidad y humor que un puente tenga que ser derruido, pero no por los efectos de un terremoto o una erupción volcánica. Llamado a ser el primer viaducto basculante de Chile, el puente Cau Cau fue construido al revés por la empresa española Azvi. El error se ha convertido en el hazmerreír de la ingeniería mundial.
La responsabilidad no está clara y se encuentra en manos de la justicia. El Gobierno chileno culpa a Azvi, a la que retiró la licitación, mientras que la constructora andaluza se desentiende del diseño facilitado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP). En medio, subcontratistas, un falso topógrafo y hasta Discovery Channel.
Valdivia es una ciudad de ambiente universitario, inmigración alemana y buena cerveza artesanal situada 850 kilómetros al sur de Santiago, en la región de Los Ríos y muy cerca del Pacífico. Tras la dictadura, los vecinos de Isla Teja, un sector fluvial, creyeron que por fin tendrían un nuevo puente en el norte que les permitiera salir en esa dirección, sin rodeos.
Sin embargo, el primer proyecto de conexión sobre el río Cau Cau –un canal que conecta el río Calle Calle con el Cruces–, que data de 1991, nunca se ejecutó. Tuvieron que esperar veinte años para que en el 2011 el presidente Sebastián Piñera pusiera la primera piedra.
El primer indicio de que la obra parecía gafada fue en noviembre del 2013, cuando la policía detuvo a un falso topógrafo contratado por la empresa sevillana que había falsificado el título universitario y ni siquiera había acabado la primaria. Pocos días después se detectó que la plataforma de uno de los brazos del viaducto había sido colocada al revés; es decir, el carril que debía quedar a la derecha fue situado a la izquierda de la estructura, lo que suponía que no encajaría con la otra parte levadiza, afectando especialmente a los carriles para bicicletas.
La noticia generó bochorno y múltiples bromas en Chile. Las redes sociales se poblaron de memes alusivos con hilarantes fotomontajes: casas al revés, Piñera con las manos invertidas, asnos analizando planos, el puente comparado con el Eccehomo de Borja...
La constructora subsanó supuestamente el error. En una imagen que figura en la web de Azvi se ve los dos brazos del puente correctamente unidos, aunque faltaba demostrar que ambos lados no quedarían desencajados tras sucesivas elevaciones y descensos. El escándalo traspasó las fronteras de Chile y llamó la atención de Discovery Channel, que le dedicó uno de sus programas y viralizó aún más el bochorno.
Pero los problemas no acabaron. Azvi había subcontratado a una pequeña compañía chilena, Küpfer Hermanos, para ejecutar el sistema hidráulico. En febrero del 2015 se supo que el elevador del brazo defectuoso se había roto. Küpfer asegura que se debe al aumento de peso por el exceso de soldadura necesario para la reparación.
Finalmente, el MOP rescindió el contrato a Azvi y hace unos días anunció la práctica demolición del viaducto y su nueva construcción, que costará unos 13 millones de euros, que se sumarán a los más de 30 millones ya invertidos. La empresa, por su parte, reclama al Gobierno 7,1 millones de indemnización y ambas partes se verán en los tribunales.
Azvi, en recientes comunicados, califica de “farsa” la versión del “puente al revés” y asegura que subsanó un error que no es responsabilidad suya porque “ejecutó la construcción conforme al diseño original licitado”, en el cual dice no haber participado. No obstante, el diario La Tercera revela correos electrónicos enviados por el supervisor del MOP alertando de defectos en la construcción.
“En ningún caso se trataba de un error estructural”, alega la constructora andaluza, que también dice que “no tiene ningún sentido alimentar la polémica del ‘falso topógrafo”, y culpa del fallo del sistema hidráulico a “errores en el diseño”. “Confiamos en que quede suficientemente aclarada la situación del Puente Cau Cau para evitar noticias falsas y erróneas que están perjudicando gravemente nuestra imagen corporativa y reputación, así como a la Marca España”, concluye la empresa.
La empresa colocó al revés uno de los brazos del viaducto, y no encajaba con la otra parte levadiza