Los vecinos de la ronda abren un frente de oposición a Colau
La primera contestación seria a la alcaldesa surge en barrios que la auparon a la victoria
En la trayectoria de Ada Colau al frente del Ayuntamiento de Barcelona habrá un antes y un después de la agitada reunión que la alcaldesa mantuvo el miércoles con los representantes de las entidades de vecinos de varios barrios de la ciudad para comunicarles el carpetazo del actual gobierno al proyecto de cobertura de esta vía de circunvalación que habían pactado en el anterior mandato CiU y PSC. La negativa de Colau a hacer frente a una inversión de unos 400 millones de euros, su compromiso de no gastar más de 15 millones en los próximos tres años para reformar parcialmente esta zona alta de la ciudad y la sustitución in extremis del proyecto sociovergente por otro más modesto, de 206 millones y sin calendario de ejecución, ha provocado una rebelión vecinal que puede marcar el fin del idilio y del periodo de gracia que una parte importante del tejido asociativo de la ciudad había concedido a BComú. Y llega en vísperas de que mañana, viernes, Ada Colau y el socialista Jaume Collboni presenten públicamente el acuerdo de gobierno que han alcanzado y que la semana que viene someterán a la consideración de las bases de ambas formaciones.
Las asociaciones del distrito de Horta-Guinardó no tuvieron inconveniente anteanoche en plantar a la alcaldesa cuando esta les comunicó un recorte considerable de la cobertura pactada en el anterior mandato. A los vecinos les faltó tiempo para criticar la nueva propuesta de BComú, que calificaron de arbitraria. La situación que se vivió en la biblioteca Vallcarca y Penintents pilló de sorpresa a la alcaldesa y a las concejales Janet Sanz y Mercedes Vidal, que no esperaban una reacción tan airada y contundente de los vecinos. Tanto es así que ningún miembro del equipo de gobierno, tan habituados a publicitar y comentar en las redes sociales su actividad, hizo mención alguna a la reunión mantenida con las entidades de la ronda de Dalt.
BCo mú fue la primera fuerza política en las municipales de mayo del 2015 en todos los barrios que ahora se levantan contra Ada Colau. En Vall d’Hebron, por ejemplo, le sacó casi 11 puntos porcentuales de ventaja a Ciutadans y CiU, que ocuparon la segunda y la tercera posición, respectivamente, en este barrio.
La oposición vecinal que se ha vertebrado en torno a la ronda no es una anécdota. Fue aquí donde, en el 2005, la movilización de vecinos de Vall d’Hebron que se oponían a la
Los problemas en la calle coinciden en el tiempo con el cierre del pacto con el PSC Entre el 17 y el 19 de este mes las bases de las dos formaciones votarán el acuerdo
instalación de una narcosala en el barrio se convirtió en una de las peores pesadillas del alcalde socialista Joan Clos y de su socia de gobierno Imma Mayol, de Iniciativa per Catalunya, y de los miles de conductores que se vieron reiteradamente atrapados en la ratonera de la ronda de Dalt como consecuencia de los cortes de vía protagonizados por aquellos vecinos.
En la presencia de Colau anteayer en la biblioteca hubo también un error de cálculo. Nadie de su equipo adivinó que la alcaldesa iba a encontrarse en un ambiente hostil, nada común en sus encuentros con vecinos de barrios en principio afines a sus postulados. Ayer, los grupos de la oposición se sumaron a las peticiones vecinales y reclamaron al gobierno respeto al acuerdo anterior. La convergente Maite Fandos recordó que la cobertura de la ronda había sido el proyecto más votado en el proceso participativo que puso en marcha el equipo de Colau y negó cualquier problema técnico para llevar a cabo la cobertura tal y como se pactó el año pasado. Desde Ciutadans se hizo notar el “descontento y la frustración” de los vecinos que se sienten engañados y se exigió al equipo de gobierno que deje de hacer falsas promesas. Jordi Coronas (ERC) calificó de “feo” modificar un proyecto antes de convocar una mesa de trabajo con los vecinos y lamentó el papel de la empresa municipal Bimsa, que avaló unos estudios encargados en el anterior mandato que ahora resulta “que no son viables”. Para el popular Alberto Fernández, el enfado de los vecinos es síntoma de que Colau ignora la participación de la que hace bandera.
Este frente vecinal se le ha abierto a Ada Colau justo en los días en los que trata de cerrar otro frente, este de carácter político, el de la configuración de un gobierno más amplio con la incorporación del PSC. El contenido del acuerdo, que prevé entre otras cosas el ascenso del socialista Jaume Collboni a la segunda tenencia de alcaldía, de la que desplazará a la concejal de ICV Laia Ortiz, se presentará públicamente mañana. Después, desde el martes hasta el jueves de la semana que viene, las dos formaciones someterán el acuerdo a la decisión de sus bases. En el caso de BComú podrán participar las 14.000 personas registradas por esta organización. Antes, comunes y socialistas deberán convencer a los suyos de la conveniencia de un matrimonio que despierta muchas dudas y recelos en buena parte de la militancia. Algunas de ellas ya se expresaron ayer en el plenario de BComú, donde se informó de las negociaciones mantenidas con PSC, ERC y la CUP, del preacuerdo cerrado con los socialistas y del proceso de consulta. Jordi Rabassa, portavoz de BComú, adelantó que ninguna de las áreas de gobierno del Ayuntamiento serán coto exclusivo de un partido y que los concejales del PSC tendrán que asumir algunos preceptos del código ético de la formación que lidera Colau.
El plenario de BComú recela del pacto que hará de Collboni el número 3 del gobierno