Un vía crucis de diez años
Montcada i Reixac lleva más de una década de vía crucis. Su particular camino de la cruz arranca en diciembre del 2005, cuando 40 exconcejales y dos exalcaldes del municipio –hartos de atropellos mortales– se unieron y crearon la plataforma Tracte Just Soterrament Total para exigir el soterramiento de las líneas R2 y R11, también llamada la de Portbou. La protesta civil viene de más lejos, del decenio de los ochenta del siglo pasado. “Una vez soterradas las vías, Montcada quedará unificada y se podrá urbanizar un paseo para el disfrute de todos, con lo que se ganará en calidad de vida y se mejorará la movilidad interna”, detalla la entidad.
En estos 11 años, tanto los diferentes gobiernos locales –tres alcaldes del PSC y la actual alcaldesa, Laura Campos, de ICV– como la plataforma han exigido que se desencalle el proyecto, prometido por Fomento y que prevé soterrar un tramo de 1,8 kilómetros, desde el río Ripoll, a su paso por Montcada i Reixac, hasta el barrio barcelonés de Vallbona. Se han organizado manifestaciones multitudinarias, corte de vías y jornadas divulgativas que han contado con el apoyo de los grupos parlamentarios y, recientemente, con la complicidad del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat. Pero Madrid ha hecho oídos sordos. Montcada es una ciudad cuarteada por las infraestructuras. Tiene cinco estaciones. Las vías dividen barrios y dificultan la movilidad en un municipio que paga un alto peaje por su proximidad a Barcelona. La reivindicación genuina se tornó vía crucis cuando la cifra de atropellos fue in crescendo. Desde que pasa por aquí la línea de Portbou –a inicios del siglo pasado–, han fallecido 166 personas. “Una cifra dramática”, según la alcaldesa. Tras tres muertes en pocas semanas entre marzo y abril, la ciudadanía se echó a las calles para exigir el soterramiento. El 26 de abril, más de 3.500 personas clamaron por la obra y, por fin, la ministra en funciones de Fomento, Ana Pastor, se reunió con Campos y su equipo y se comprometió a soterrar las vías a partir del 2017. Este mes se está redactando el proyecto de soterramiento y se cerrará el calendario de las diferentes fases.