El Athletic dice adiós al capitán Gurpegui
Quizá para alejar las lágrimas casi inevitables en un momento tan especial, Carlos Gurpegui confirmó ayer su retirada apelando a la “sonrisa”. El capitán del Athletic de Bilbao, que en verano cumplirá 36 años, ha sido un hombre “feliz” durante los 18 años que ha vestido la camiseta roja y blanca, a pesar de los malos momentos vividos. De forma especial el vía crucis de dos años que tuvo que pasar fuera del terreno de juego por haber dado positivo en un control antidopaje. “Todavía no sé por qué la 19-norandrosterona apareció en mi cuerpo”, insistió ayer, esgrimiendo su inocencia. A punto de llegar al final de la carrera como futbolista –será el sábado en San Mamés, contra el Sevilla–, el jugador navarro intenta, sin embargo, dejar en un segundo plano aquella polémica y celebrar lo que ha aprendido en el club de su vida.
Gurpegui compareció durante 40 minutos, al lado del presidente, Josu Urrutia, y acompañado por el entrenador, Ernesto Valverde, el cuerpo técnico y sus compañeros del primer equipo. Él decidió despedirse en la sala de prensa de Lezama y no en la del campo porque es en las instalaciones de entrenamiento donde realmente se siente como en casa. El capitán tuvo palabras de agradecimiento para la entidad, que le ha ofrecido seguir vinculado a ella en un cargo todavía por concretar, y para la afición pero sobre todo para sus colegas. “Cuando estaba sancionado y salía la convocatoria, muchos días me marchaba a casa llorando, e incluso en aquellos días había algún compañero que me hacía reír y sentirme querido”. De hecho, el único momento en que se le rompió la voz fue cuando se deshacía en elogios hacia ellos, que lo despidieron con una larga ovación. Él puso punto y final diciendo que era hora de ir a comer.
Después de 393 partidos, se va y espera que se le recuerde como un hombre que “siempre ha mirado los problemas de cara, con optimismo”. Después de una larga carrera, se queda con dos hitos: la Supercopa conseguida contra el Barça en el 2015, y la victoria contra el Levante en la Liga 2006-2007, que les permitió seguir en Primera.
Ahora cree que ha llegado el momento de cerrar esta etapa, una decisión que llevaba madurando desde hacía meses. San Mamés dirá adiós al de Andosilla con un homenaje que él querría “sencillo” porque ya se siente bien pagado por la estima de la grada durante cerca de 20 años. Una vez pase el partido del sábado, será el momento de reunirse con Urrutia y decidir si continúa ligado profesionalmente al club.
LA FILOSOFÍA DE VIDA “Espero que se me recuerde como un hombre que siempre ha mirado a los problemas de cara”