Valverde araña cuatro segundos a Nibali

Final con sorpresa en la quinta etapa del Giro, una larga jornada de 233 kilómetros (casi seis horas de pedaleo) que se cerraron en Benevento (en la Campania, al este de Nápoles) con victoria al sprint del alemán André Greipel. Pero el susto se lo llevaron la mayoría de los favoritos al abrirse un hueco en el sprint, una pequeña rendija que se convirtió en cuatro segundos preciosos para Alejandro Valverde y para el ruso Ilnur Zakarin. Ambos formaban parte del primer paquete del pelotón, formado por apenas 13 unidades, mientras el líder, Tom Dumoulin, el favorito número uno, Vincenzo Nibali, y el resto de aspirantes llegaron con ese mínimo retraso de cuatro segundos. De esta manera, Valverde queda ahora a sólo un segundo de Nibali en esta batalla que, al menos por el momento, se mide en distancias muy cortas.

“Me doy cuenta de lo que es un sprint en Italia, me parece algo peligroso y siempre temes sufrir una caída”, se sinceró el portador de la maglia rosa, Dumoulin, una vez superada la prueba, en la meta de Benevento, y después de zamparse un bocadillo de tortilla. “Entre el podio, el control y la prensa esto se hace largo”, se justificó.

No pareció en cambio sufrir el menor pánico Greipel, ganador con claridad. La de ayer es su quinta etapa en un Giro (más 10 en el Tour y 4 en la Vuelta).

El Giro programa hoy su primer final en alto y Valverde se muestra esperanzado: “Es ya un final exigente y tengo ganas. Hoy [por ayer] ya ha sido un día de desgaste y se avecina otro más”.

La etapa consta de 157 kilómetros, entre Ponte y Roccaraso, en los Abruzos. La ascensión final arranca a 17km de la meta, pero tiene dos fases. La más complicada se sitúa en los últimos 7 kilómetros, con pendientes variables entre el 4 y el 7 por ciento de desnivel.