El Tesoro se une al club de países que emiten bonos a 50 años
España capta 3.000 millones de euros al 3,5% con una fuerte demanda
Japón, donde desde hace algo más de una década hay ciudadanos que firman hipotecas a cien años para invertir y pasar las casas (y sus deudas) a sus hijos y nietos, está desde ayer un poco más cerca de España. En el actual escenario financiero irracional e inexplorado en el que los bancos centrales prestan al 0% y cobran a las entillones, dades financieras por guardar en sus arcas sus depósitos, el Tesoro español captó ayer 3.000 millones de euros en bonos a 50 años a un interés de 2,5 puntos sobre el tipo de referencia, es decir, a un 3,5% aproximadamente. La demanda fue alta, de casi 10.000 mi- lo que da una muestra de cómo están las cosas en estos momentos.
Para lograr una buena rentabilidad hay que prestar el dinero a muy largo plazo. En una situación normalizada, los tipos de interés aumentan progresiva y sustancialmente cuanto más extenso es el plazo de cobro. Esta lógica obedece a que la visibilidad disminuye con el tiempo y, en economía, el mayor riesgo se paga.
Ahora, esto no es así por la intervención del Banco Central Europeo (BCE) –y también la Reserva Federal estadounidense o el Banco de Japón– sobre la economía. En el caso del BCE, su programa de compra de deuda pública y privada vigente desde hace tres años ha logrado estabilizar la eurozona con la consecuencia de atrofiar por completo la curva de tipos. En los plazos más cortos, está, como en Japón –el paraíso del crecimiento cero, la deflación y el dinero gratis–, en terreno negativo. En los largos, apenas se levanta un metro del suelo.
Y los países, que han superado por ahora y a duras penas la gran recesión con un crecimiento exiguo y una deuda muy superior a la que tenían en el 2007, lo intentan aprovechar. Aunque el mercado secundario de bonos donde actúa el BCE sólo comprende los bonos que tienen como máximo 30 años de plazo, los efectos a este estado de tipos insólitos alcanzan a plazos superiores. Como el de 50 años.
“Para el Estado es un chollo, es lógico que lo quieran aprovechar y lo más probable es que a esta emisión le sigan otras en el futuro”, comentaron ayer desde la mesa de tesorería de un banco extranjero en España. La media histórica de inflación en Europa se acerca al 4% en las últimas décadas, por lo que, con la perspectiva del tiempo de vigencia del bono, el coste de la deuda es bajo y no debe suponer ningún problema para el Tesoro, siempre que la economía y los tipos recuperen la normalidad algún día.
Desde el punto de vista de los inversores, se juntan el hambre con las ganas de comer. Las aseguradoras, fondos de inversión y de pensiones necesitan diversificar sus carteras y contar con activos que mejoren la pésima rentabilidad que pueden obtener hoy en el corto plazo. “Estos inversores saben a lo que se enfrentan hoy ahí fuera y no tienen dudas. El Tesoro está avalado por el BCE y por eso para ellos este tipo de emisiones son también una buena oportunidad”, aseguran fuentes financieras.
Según Reuters, Italia está sondeando el mercado para una operación similar a la del Tesoro. Hace unas semanas, Irlanda, Bélgica y México se atrevieron con emisiones de bonos a 100 años. España ya captó en septiembre del 2014 1.000 millones de euros en un bono al 4% con vencimiento en el 2064 en una colocación privada. Ahora, ya se hace abiertamente. Draghi lo ha hecho posible.
La intervención de los bancos centrales hace posible que los estados apenas paguen por su deuda a muy largo plazo