La incertidumbre política restará ocho décimas al PIB hasta el 2017, según BBVA
La incertidumbre política tiene un impacto negativo en la evolución de la economía española. Según las últimas estimaciones del servicio de estudios del BBVA, publicadas ayer, las dudas sobre qué política económica se acabará implantando y no sólo cuándo habrá un nuevo gobierno puede suponer una erosión de tres décimas en el PIB de este año y, sobre todo, de otras 5 décimas el próximo año. En todo caso, BBVA Research mantiene la previsión de que España crecerá un 2,7% estos dos años.
A las puertas de unas nuevas elecciones generales, los autores del informe sobre España creen que entre abril y junio la actividad volverá a crecer al 0,8% (con un ritmo anualizado del 3,2%). En el segundo semestre del año, consideran probable una ralentización, por el efecto arrastre precisamente de la incertidumbre política.
En todo caso, el economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia, reconoció que, en el exterior, “el panorama ha mejorado en los últimos tres meses”: hay menos dudas sobre China, el precio del petróleo se ha estabilizado en los 40 dólares, los mercados financieros “se han recuperado algo”... Además, cuentan con que la demanda interna, en especial el consumo de las familias –estiman que el 60% del nuevo crédito irá a los hogares–, mantenga su buen comportamiento así como la mejora de la inversión en maquinaria y bienes de equipo. Mientras, algunos factores que han apoyado últimamente el crecimiento pierden fuerza como el precio del petróleo o la política monetaria del Banco Central Europeo. El cuadro de previsiones incluye también una rebaja progresiva de la tasa de paro, hasta esperar que llegue al 17,5% a finales del próximo año.
En cuanto a las cuentas públicas, prevén una desviación sobre la senda propuesta por el gobierno en funciones, al calcular un déficit de un 3,9% del PIB para este año (tres décimas por encima de lo marcado). El responsable de economías desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, señaló que la reducción de la desviación presupuestaria vendrá del crecimiento y de la ampliación de las bases imponibles. En cambio, consideran que España cumplirá la meta del 2,9% para el 2017. El informe concluye que la fuerte desviación en las cuentas de las administraciones públicas en el 2015 se debió a la reforma fiscal, que restó un 1,1% del PIB.