El éxodo vuelve a la ruta italiana
Austria suspende la construcción del muro en la frontera del Brennero
Italia vuelve a ser la principal puerta de entrada europea para inmigrantes y demandantes de asilo. Según los datos hechos públicos ayer por Frontex, la agencia de la UE para el control de fronteras, el pasado mes de abril, por primera vez desde junio del 2015, llegaron a Italia muchas más personas que a Grecia (8.370 frente a 2.700). El brusco cambio de tendencia es una consecuencia directa del acuerdo con Turquía sobre repatriaciones y de la consiguiente clausura, de facto, de la ruta balcánica.
El desvío del flujo humano, de nuevo, hacia el Mediterráneo central, quedó patente, el jueves, con diversas operaciones de salvamento en el mar, entre la isla de Lampedusa y la costa libia. En total fueron salvadas 998 personas. La Guardia Costera italiana dijo en un primer momento que la mayoría de los náufragos eran sirios e iraquíes, pero luego esta información resultó ser incorrecta. El grueso de las personas eran egipcios, somalíes y sudaneses, muchos de ellos menores de edad que viajaban por su cuenta. Sólo había un sirio en el primer contingente que llegó al puerto siciliano de Augusta, según confirmó a este diario un portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La primera noticia de la Guardia Costera desató todas las alarmas, pues parecía confirmar los temores de que, desde la zona de guerra, las mafias de traficantes hubieran conseguido traer a la gente hasta el Mediterráneo central. Con todo, sí existe preocupación porque las embarcaciones con los últimos migrantes zarpaLos ron de Egipto y eso da a entender un intento de abrir nuevas rutas.
Pese a la inquietud por cómo evolucionen los acontecimientos, la tensión en Europa por la crisis humanitaria se alivió ayer con el anuncio, en la frontera alpina del Brennero, entre Austria e Italia, de que las autoridades de Viena han suspendido la construcción de una valla para controlar y limitar el flujo desde el sur. En el paso fronterizo se reunieron los ministros del Interior de los dos países, Wolfgang Sobotka y Angelino Alfano. Austria reconoce los esfuerzos italianos de las últimas semanas para vigilar los trenes y evitar que los inmigrantes y refugiados sigan el viaje hacia el norte.
Los planes austriacos habían provocado airadas protestas en Italia por las graves consecuencias económicas de bloquear o ralentizar el tráfico en un punto tan sensible de intercambio comercial y turístico. Viena ha topado también con el no de Bruselas. Ayer Italia recibió una solidaridad muy importante, la del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien en una entrevista con el diario Handelsblatt, instó a Austria a ayudar a Italia y a no cerrar “una de las fronteras con más significado emotivo de Europa”. Schäuble reconoció que, tras el acuerdo
RUMBO A SICILIA Salvadas un millar de personas en embarcaciones procedentes de Egipto
DISCREPANCIAS ENTRE SOCIOS El ministro alemán Schäuble se solidariza con Roma y reprende a Viena por su actitud
con Turquía, “los traficantes encontrarán nuevas rutas y nosotros deberemos mostrar nuestra solidaridad con Italia”.
La caída de llegadas a Grecia no significa que la situación en el país helénico no sea motivo de indignación por la precariedad en que siguen viviendo unas 50.000 personas que están atrapadas sin poder proseguir su viaje hacia el norte. La presidenta de Médicos Sin Fronteras (MSF), Joanne Liu, envió ayer una carta a los líderes de la UE en la que denunció las condiciones de los centros griegos donde se hacinan los migrantes y demandantes de asilo, convertidos algunos de ellos en verdaderas cárceles.
En la misiva, Liu escribió que en los campos montados en las islas griegas “las mujeres tienen miedo de ir al baño cuando cae la noche, las madres suplican leche para alimentar a sus bebés y hombres de todas las edades pierden su dignidad luchando por restos de comida o por quién es el siguiente en la fila”. “Llevamos años tratando a las víctimas de un enfoque migratorio de Europa basado en la disuasión, en lo que se ha convertido en una grave crisis humanitaria en suelo europeo –siguió la presidenta de MSF–. Hemos tenido que atender fracturas de huesos causadas por agentes de policía, tratar a niños con heridas en la cabeza por disparos de balas de goma y enjuagar los ojos a bebés rociados con gases lacrimógenos. En lugar de centrarse en mitigar la crisis, la UE y sus estados miembros han decidido, simplemente, desentenderse y endosársela a otros”.
El Papa, que visitó hace unas semanas la isla griega de Lesbos, abordó otra vez la cuestión en un discurso, ayer, en la conferencia de la fundación Centesimus Annus-Pro Pontifice, en el Vaticano. Francisco dijo que, más allá de facilitar ayuda material inmediata a los inmigrantes y refugiados, la comunidad internacional está llamada a “encontrar respuestas políticas, sociales y económicas a la largo plazo para problemáticas que superan los confines nacionales y continentales, y que implican a la entera familia humana”. Jorge Mario Bergoglio abogó por “una cultura económica y de los negocios que sea más incluyente y respetuosa con la dignidad humana”.
El presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, habló del tema inmigración durante una visita al contingente militar italiano en Líbano. Mattarella lamentó el debate abierto en la UE, con “tonos a veces desconsiderados, pertenecientes a un pasado remoto de Europa y que alguno querría recuperar, olvidando las tragedias que ha provocado”.
EL IMPACTO DE LESBOS El Papa insiste en que la actual crisis “implica a toda la familia humana”