“Siempre tuvimos esperanza”
Marta Miguel y David Hernández, los españoles perdidos en Borneo, se reúnen con su familia once días después
La odisea vivida por los españoles Marta Miguel y David Hernández terminó ayer finalmente al pisar tierra firme y reunirse con sus familiares. Atrás quedó la pesadilla de navegar a la deriva durante días hasta que fueron rescatados por unos pescadores vietnamitas que faenaban en aguas de las disputadas islas Spratly, en el mar de China Meridional.
Sonrientes, aunque con la fatiga en el rostro, Marta Miguel y David Hernández descendieron la escalerilla del avión Bombardier CL415 de las fuerzas aéreas malasias y se fundieron en abrazos con sus familiares en el aeropuerto de Kota Kinabalu, la capital del estado malasio de Sabah. Unas imágenes de la cadena malasia Star TV que ponían punto final a una aventura que se inició el 2 de mayo, cuando una ola volcó su embarcación, averió su motor y los dejó a merced de las corrientes marinas. Una peripecia que terminó nueve días después, cuando fueron rescatados por un pesquero vietnamita, que los halló cerca de Cayo Amboyna, una isla del disputado archipiélago Spratly, a 370 kilómetros al oeste de su ruta, entre la isla de Balampero bangan y Kudat, en el estado de Sabah, en Borneo.
Fue, sin duda, un periodo duro para Marta, David y sus dos acompañantes, el chino Tommy Lan y la malasia Armella Ali Hassan. “Los tres primeros días veíamos la costa a lo lejos, pero luego al séptimo dejamos de verla”, explicó Marta Miguel a Efe, aunque precisó que “siempre tuvimos esperanza. En ningún momento pensamos que era el final”. Una idea que también compartió David Hernández, que señaló que las buenas condiciones climatológicas, un mar tranquilo, pequeños moluscos y los peces que saltaban dentro de la barca les ayudaron a sobrevivir. Consiguieron hidratarse destilando agua del mar con un método que recordó Marta de una película sobre un náufrago: “No lo tenía muy claro, nos pusimos a hacer inventos y funcionó”, explicó.
La autoridades marítimas malasias señalaron ayer que cuando se hicieron cargo de ellos los encontraron en buenas condiciones. “Su estado de salud era bueno. Estaban quemados por el sol, pero sólo uno presentaba síntomas de deshidratación y se le subministró suero”, comentó el capitán Robert Teh Geck Chuan, director del departamento de Búsqueda y Rescate, a Star TV.
Los cuatro pasaron un primer reconocimiento médico y recibieron los primeros auxilios en el hospital de la base naval de Layang Layang, donde pernoctaron la noche del jueves. De allí volaron ayer por la mañana a Kota Kinabalu, donde fueron sometidos a un nuevo chequeo y se certificó su buen estado de salud, aunque están algo debilitados por la falta de alimento durante días.
Ese buen estado, sin embargo, es consecuencia de los cuidados recibidos primero de los pescadores vietnamitas. Ellos fueron quienes durante dos días alimentaron y dieron de beber a los cuatro náufragos, además de atender sus heridas, según explicó Marta Miguel a Efe. La joven madrileña, de 30 años, les considera sus auténticos salvadores, porque fueron ellos quienes les rescataron y les cuidaron cuando se encontraban en su peor momento.
Desde ayer, Marta Miguel, David
Sobrevivieron destilando agua de mar y comiendo moluscos y peces que saltaban a la barca
Hernández y sus dos acompañantes se recuperan en un hospital de Kota Kinabalu. Su objetivo es reponer fuerzas y luego regresar a España con sus familiares el 17 de mayo.
No obstante, ayer ya dieron a entender que tras una pausa tienen intención de volver a Malasia, ya sea para emprender nuevas iniciativas o bien reincorporarse a su trabajo en el complejo hotelero Tommy’s Place, donde David se encargaba del mantenimiento y Marta, de la gestión.