Obama ordena a las escuelas dejar a los transexuales usar el baño elegido
La administración del presidente Barack Obama juega a fondo sus bazas en la guerra de los lavabos.
No sólo demanda a Carolina del Norte por su “discriminatoria” ley, sino que lanza una directiva en la que indica a todas las escuelas públicas –término que incluye las universidades– que permitan a los estudiantes transexuales utilizar la dependencia del sexo con que se identifiquen y no el que figura de nacimiento.
“No hay espacio en nuestras escuelas para segregación de ningún tipo, incluida la de los estudiantes transexuales”, afirmó ayer en un comunicado Loretta Lynch, fiscal general de Estados Unidos, como presentación de esta iniciativa que realizan de forma conjunta los departamentos de Justicia y Educación.
Apelando a la normativa escolar y sus enmiendas de 1972, este nuevo documento indica que las escuelas que reciben fondos federales no pueden discriminar por razones de sexo. Pese a que la directiva carece del rango de ley, los centros que no la cumplan se verán abocados a perder los fondos públicos que reciben de Washington e incluso a enfrentarse a demandas del Gobierno.
De esta manera se establece que una vez que un estudiante o sus padres o tutores notifiquen un cambio en el sexo original de un alumno, la escuela debe acatar y respetar esa nueva identidad.
Esta medida culmina una semana que arrancó con un recrudecimiento de la contienda de género, que manifiesta la división política e ideológica. El pasado lunes, Pat McCrory, gobernador republicano de Carolina y ariete de la revuelta, se negó a acatar la orden de derogar la ley estatal que obliga a ir a los lavabos según el sexo de nacimiento.
No sólo eso, sino que demandó al Departamento de Justicia por considerar que es “una extralimitación inconstitucional” apelar a la ley de derechos civiles de mediados de los sesenta, aprobada por cuestiones raciales. Relevantes nombres del ámbito conservador, como el senador Ted Cruz, hasta hace poco aspirante en la carrera a la Casa Blanca, consideran que la iniciativa de la Administración Obama supone abrir la puerta “a los depredadores sexuales”. Lynch respondió que esa discriminación hacia los transexuales se opone a los cimientos básicos de igualdad y justicia.
En los últimos días ha quedado demostrado que entre los propios republicanos existe disparidad de criterios. El presunto nominado en las presidenciales, el magnate Donald Trump, se ha manifestado a favor de que los lavabos sean usados en función del sexo elegido por cada uno. Una reciente encuesta de la CNN señala que el 57% de los estadounidenses se opone a la segregación.