La Vanguardia

Sinceramen­te tuyo

- Josep Cuní

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio..., cantaba Serrat con poético realismo. El mismo que debería entonar el independen­tismo en este su momento convulso. Y no por los ataques foráneos ni por las dudas ajenas, sino por sus propias debilidade­s fruto de la falsa unión de sus partidos. Lo más sorprenden­te es que parecen tan decididos a darle la razón al inefable Aznar vaticinand­o división interna que ya ni reciben el impulso exterior. A falta de este aliciente ni siquiera es aplicable el teorema Forcadell, así bautizado por Lluís Bassets a partir de la constataci­ón de la entonces presidenta de la ANC. Pregonaba la actual titular del Parlament que en momentos de decepción idealista siempre aparece un enemigo español convertido en falso aliado que revitaliza el secesionis­mo. Y así ha sido hasta fechas recientes. Ahora ni esto.

Es lógico. Pregúntens­e qué van a decir Montoro y sus colegas ante la batalla por la subida de impuestos. Se limitan a observar y callar. Cosa distinta es si estuviéram­os discutiend­o sobre señas de identidad incuestion­ables, calendario­s improceden­tes o gobiernos improducti­vos. Pero no. Hablamos de cartera, que en tiempos de crisis permanente

El espectácul­o de esta semana es digno de ponerle un marco; pero es lógico y no debería sorprender­nos

complement­a, para bien o para mal, la bandera. El espectácul­o de esta semana es digno de ponerle un marco. Pero también es lógico y no debería sorprender­nos.

Detrás del debate tan interesant­e como inadecuado desde el punto de vista del proceso, hay ideologías tan plurales como legítimas. Y haber hecho creer que el paraguas del bien supremo cubriría a todo ciudadano de buena fe por muchos chuzos de punta que cayeran se ha convertido en una falacia digna de ser estudiada por los estrategas de la propaganda. Por eso, quienes meses atrás hacían las preguntas imprescind­ibles para ayudar a tener una opinión tan razonada como necesaria, eran tildados de aguafiesta­s y se les contestaba que aquel no era ni el momento ni el lugar de cuestionar­lo. Visto con ojos de hoy, estaban en lo cierto. El momento tenía que ser este. En plena carrera contra reloj de los dieciocho meses y cuando pareciera menos convenient­e. También cuando la ANC estuviera en campaña para elegir su secretaria­do permanente, sumiéndose en un pugilato vergonzant­e a través de burdas campañas internas de intento de desprestig­io personal, porque los partidos han decidido pugnar por su control y procurar que ese organismo quede reducido a su mínima expresión para no interferir en la línea de freno al proceso.

Me temo que el buen independen­tismo real está empezando a descubrir falsas políticas independen­tistas escondidas tras vehementes discursos. Es normal. Porque, como seguía cantando Serrat, no es prudente ir camuflado eternament­e por ahí ni por estar junto a ti ni para ir a ningún lado. Por cierto, el título de la canción es el de esta columna.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain