116 años y 311 días
Muere Susannah Mushatt Jones, la mujer más longeva del mundo
42.679 días, dos guerras mundiales y veinte presidentes de Estados Unidos después de su primer llanto, Susannah Mushatt Jones, la persona más longeva del mundo, falleció el jueves en su residencia de ancianos en Brooklyn, Nueva York. Jones, hija de aparceros y nieta de esclavos, tenía 116 años, 311 días y más de cien sobrinos y ningún hijo. Mantenía el récord Guinness de la persona más anciana del mundo desde el fallecimiento de la japonesa Misao Okawa en abril del 2015 a los 117 años y 27 días.
Jones había perdido la vista hacía tiempo y tampoco oía bien. Era la última norteamericana nacida en el siglo XIX aún con vida, hasta el jueves. Nació el 6 de julio de 1899, apenas un año después del fin de la guerra hispano-estadounidense. Se jubiló en 1965; los nacidos ese año tienen ahora entre 50 y 51 años. ¿Su secreto? Decía que dormía siempre más de diez horas, nunca probó el tabaco y el alcohol y comía mucho bacon: cuatro lonchas cada mañana.
Según el Grupo de Investigación de Gerontología, una organización californiana que sigue la pista de los supercentenarios –personas de 110 años de edad o más– y se ocupa de verificar que realmente lo sean, la persona más longeva del mundo es ahora otra mujer, la italiana Emma Morano Martinuzzi, del 29 de noviembre de 1899 (116 años y 167 días) y en este momento es la única con vida que ha visto pasar dos siglos y nacer otro.
Se calcula que una de cada cinco millones de personas son supercentenarias, y la gran mayoría son mujeres. Aunque las ventajas genéticas que las mujeres tienen sobre los hombres para que esto ocurra no están claras, el fenómeno tiene un nombre, female advantage (ventaja femenina).
Según los datos del grupo de investigación, en diciembre del 2013, de los 68 supercentenarios en vida, 65 eran mujeres y sólo tres eran hombres. La persona más longeva del mundo cuya edad está verificada fue también una mujer, la francesa Jeanne Calment. Falleció en 1997 a los 122 años. Y en la lista de las cien personas más longevas de la historia sólo aparecen siete hombres; el que vivió más fue Jiroemon Kimura, de Japón, 116 años y 54 días.
Cuando Susannah Mushatt Jones celebró su último cumpleaños, el centésimo décimo sexto, el 6 de julio del 2015, lo hizo rodeada de sus sobrinos –la mayor ya supera los ochenta–, los hijos de sus sobrinos y los hijos de los hijos de sus sobrinos. Y sin toda esa gente de su generación que la dejó, seguramente, hace una, dos o más décadas.
Ahora la persona más anciana del mundo es una italiana, Emma Morano-Martinuzzi, de 116 años y 167 días