Ultimátum de los vecinos de la ronda de Dalt
Las asociaciones vecinales de Vall d’Hebron no descartan movilizaciones si se modifica el proyecto de cobertura aprobado
La cobertura de la ronda de Dalt tardará 14 legislaturas en llevarse a cabo si finalmente el equipo de gobierno invierte tan sólo 15 millones durante este mandato. Es el cálculo que indigna a los vecinos de Vall d’Hebron. “A este ritmo, las obras acabaran dentro de 56 años”, exclamó ayer Toni Mateo, presidente de la asociación de vecinos de Montbau junto a otros líderes vecinales de la zona que exhibieron su malestar y descontento en la asociación de Sant Genís dels Agudells.
Lo peor de todo, dicen, es la “decepción” que les ha supuesto la noticia. Ada Colau y los suyos “son gente que viene del movimiento vecinal, no nos lo esperábamos”, lamentó ayer Mateo. Decepción y engaño fueron palabras que se repitieron en varias ocasiones. Saber que el Ayuntamiento plantea cubrir apenas el 20% de la ronda de Dalt aparcando el proyecto acordado hace dos años con CiU y el PSC ha caldeado los ánimos en los barrios afectados. “Para esto no necesitábamos fuerzas nuevas”, decía Xavier Civit, presidente de la asociación de vecinos de Sant Genís. “Sus argumentos eran simples spots publicitarios para ganar las elecciones”, apuntaba Joaquín Cama de Parc de la Vall d’Hebrón. “El cambio ya lo estamos viendo, pero es a peor”, zanjaba Luís Cairell, de la Taxonera.
Han pasado unos días de la reunión del martes en la que plantaron a Colau cuando les anunció la exigua inversión pero la situación no se ha calmado. Al contrario, hay ganas de movilizarse, aunque antes darán una última oportunidad al gobierno municipal. Piden una reunión “definitiva” en la que les “expongan el proyecto y aclaren posiciones”. Los mismos que en su momento cortaron la ronda contra la instalación de una narcosala confían en mantener el encuentro antes del verano. A partir de ahí “vendrá la guerra o la paz”. La guerra serían posibles movilizaciones en las que ya piensan pero que prefieren no avanzar para no hacer como Gila.
Los vecinos tienen una esperanza: el PSC. Creen que la entrada de los socialistas en el gobierno puede ayudar a hacer cambiar de opinión a Colau. “El PSC no va a darnos la espalda, Collboni está de nuestra parte y va a pedir a la alcaldesa que se cumplan los compromisos”, aseguró Enrique Alifa, secretario de la asociación de vecinos de la Font del Gos. “Tenemos confianza en ellos, el PSC ha hecho suya esta reivindicación”, defendió Alifa al mismo tiempo que Collboni y Colau presentaban el acuerdo de gobierno.
Las entidades vecinales creen que el anteproyecto que está en proceso de elaboración debe ceñirse a la propuesta que salió a licitación por valor de 400 millones de euros y no los 15 que han anunciado ahora ligados a un proyecto reformulado por la mitad de precio y sin calendario establecido. “No se puede abrir un concurso público y una vez adjudicado hacer un proyecto que no tiene nada que ver”, planteó Sacramento Burgos, vicepresidenta de Sant Genís , que calificó la jugada de BComú como “un fraude de ley”.
Los residentes confían en que la entrada de los socialistas en el gobierno haga cambiar de planes a Colau