Un carril bus agilizará el tráfico entre Cornellà y Castelldefels
Una inversión de 26,3 millones de euros en la C-245 permitirá mejorar la velocidad comercial de los autobuses en una zona altamente congestionada
La mejora de la movilidad en el entorno de la C-245 es una de las reivindicaciones más antiguas en materia de infraestructuras en el Baix Llobregat. Aunque el primer convenio se firmó en 1998, no será hasta veinte años después cuando se hará realidad una actuación en favor del transporte público en la carretera que conecta Cornellà de Llobregat, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels.
El carril bus segregado de 13 kilómetros será una realidad a finales del 2018 según anunciaron ayer en rueda de prensa la Generalitat de Catalunya, el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) y los ayuntamientos implicados. El objetivo es “disminuir el tiempo del viaje y reducir la contaminación”, explicó el vicepresidente de Movilidad del AMB, Antoni Poveda. “Mejoraremos la velocidad comercial en un 25%”, recalcó Poveda. Actualmente, de Cornellà a Castelldefels en autobús se tardan 55 minutos en hora punta con una velocidad de tan sólo 13,5 km/h, que se puede reducir a los 9 km/h en algunos tramos urbanos. Se calcula que se podrá recortar este tiempo en unos 15 minutos. Además, el AMB implementará una línea de autobús exprés de alta ocupación (BTR) que espera dar servicio a 2,5 millones de pasajeros anuales. En paralelo se articulará un carril bici.
El coste de la intervención que comenzará a ejecutarse en el segundo semestre del 2017 será de 26,3 millones de euros. De estos, 21,5 millones serán cofinanciados por los ayuntamientos y el AMB, que invertirán el 50% del total, y la Generalitat de Catalunya, que aportará la otra mitad. Por otro lado, el AMB destinará 4,8 millones de euros a la adquisición de la nueva flota de autobuses que preste servicio a la nueva línea exprés que circulará por el carril segregado.
Los 10 nuevos vehículos serán híbridos y articulados, con dos puertas de acceso. Permitirán un 30% más de ocupación que los actuales y una carga y descarga de pasajeros más rápida. Tendrán una frecuencia de paso de 10 minutos para una demanda de 10.000 viajeros en día laborable. A lo largo del nuevo eje se crearán puntos de intercambio y conexión con otros medios de transporte como el metro y el tranvía en Cornellà o Rodalies en Gavà y Castelldefels, así como otras líneas de autobús locales.
El proyecto, que se encuentra en fase de redacción y se ejecutará por fases, se ha basado en un documento anterior que nunca se materializó y se ha actualizado para que sea una realidad a finales del 2018. “Estamos delante de un ejercicio de pragmatismo”, consideró el conseller de Territori, Josep Rull. “Hemos recogido un proyecto antiguo para redimensionarlo y hacerlo posible a corto plazo”, especificó Rull. La idea inicial requería una inversión aproximada de 120 millones de euros. Pese a esta rebaja sustancial, según el conseller “no hay disminución de la fiabilidad del proyecto ni de la velocidad comercial”, concretó. Para Rull, ésta es una de las actuaciones “con un retorno económico, social y ambiental más altos”.
El fomento del bus y la bicicleta servirá para “reducir la cifra de vehículos que pasan por la vía” y así “luchar contra la contaminación atmosférica”, indicó Poveda, que no dudó en recordar que los indicadores de contaminación del área metropolitana están “por encima” de los niveles marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Es nuestro compromiso luchar contra la contaminación y sólo podemos hacerlo fomentando el transporte público y reduciendo el uso del privado”, añadió Rull.
Cornellà, Sant Boi, Viladecans y Castelldefels
Una línea exprés de alta ocupación con una flota de vehículos articulados dará servicio exclusivo al nuevo vial
suman una población de más de 350.000 personas. Actualmente, por la antigua carretera comarcal pasan más de 35.000 pasajeros en bus, que comparten vía con unos 18.000 vehículos privados. La alta densidad de circulación penaliza de forma grave el tiempo del recorrido de las líneas de transporte público. Para los alcaldes, esta reforma es “el primer paso” para atender las demandas del territorio después que los recortes de la Generalitat dejaran el proyecto “guardado en un cajón” hace siete años.