Hombre rico, hombre pobre
Alonso lidera el ranking de los pilotos mejor pagados de la F-1, que destina unos 180 millones a salarios
Como en la pista, la F-1 también es de dos velocidades en las nóminas de los pilotos. No todos son reyes Midas, con jets privados, yates, novias despampanantes, colecciones de coches de lujo y residencias en Suiza, Mónaco o Dubái. También el gran circo tiene sus cienmileuristas, sus cenicientas. El contraste entre las divas, las prima donna ,yla clase humilde, es abrumador. El sueldo del piloto mejor pagado, Fernando Alonso, es 214 veces el del último paria de la parrilla, Felipe Nasr. Cuestión de prestigio, de galones, de experiencia... y de saber negociar.
Según el ranking de salarios publicado por la web italiana especializada Omnicorse.it, Fernando Alonso sigue siendo en el 2016 el piloto mejor pagado de la parrilla. Muy a pesar de sus pobres resultados del curso anterior. Y es que el asturiano, intuyendo que la competitividad del coche sería cuestionable, supo blindarse el sueldo al regresar a McLaren en el 2015. Según desveló The Times, Alonso firmó un contrato por tres años por 75 millones de libras (unos 96 millones de euros); a razón de 32 millones de euros anuales –cifra similar a la de la web italiana–, que, según cuentan en el paddock, se encarga de satisfacer Honda, los más interesados en unir de nuevo al asturiano con Ron Dennis y McLaren.
Precisamente, Alonso es el único piloto de la F-1 que aparece en los 20 primeros puestos de la lista de Forbes de los deportistas mejor pagados del mundo, el 19.º, justo por delante del piloto de MotoGP Valentino Rossi.
Además, sus emolumentos son fijos, no dependen del rendimiento en la pista, como es el caso de sus perseguidores en la tabla de ingresos. Lewis Hamilton percibe de Mercedes 28,5 millones de euros y Sebastian Vettel, de Ferrari, se le acerca con 27,5. Ambos, sin embargo, habrían rozado los 40 millones de sueldo en el 2015 con los bonus o primas extra concedidos por títulos y victorias. Algo parecido a cómo funcionan algunos de los grandes clubs de fútbol para fomentar el rendimiento de sus estrellas.
Si se midiera el salario en términos de productividad (euros ganados por puntos logrados, por ejemplo), el sueldo de Alonso sería más estratosférico todavía: cada punto sumado en el 2015 (11 en total) le saldría a McLaren (o a los nipones de Honda) por 3,3 millones de euros... En el caso de Hamilton (382 puntos), Mercedes le habría pagado unos 74.000 euros por punto.
Como ocurre en la economía mundial o de un país, la distribución de la riqueza en la F-1 también es tremendamente desigual, en función del palmarés o del prestigio. Los tres pilotos que ocupan el podio de los salarios –que por algo son los que más títulos amasan (9 entre los tres)– cobran ellos solos más de la mitad de lo que ganan los otros 19 rivales; es decir 92,5 millones de los 180 que destina la F-1 a sueldos.
Asimismo, entre Alonso, Hamilton y Vettel triplican el salario medio de los pilotos de F-1, en el sentido estricto del término promedio, que es de unos 8 millones de euros anuales. De hecho, sólo cinco pilotos están por encima: la clase noble, los tres aristócratas y Rosberg y Button.
Sin embargo, las tendencias son muy diferentes en el mercado salarial, en función de la edad y de los resultados. Mientras los más veteranos han tenido que renovar a la baja –Button, de 16 millones en el 2012 a los 10,6; Massa, de los 10 millones en Ferrari a los 4 en Williams–, los nuevos valores emergentes han visto multiplicar sus sueldos favorecidos por sus podios y victorias, o su proyección. Es el caso de Rosberg (de 10 a 16,8 en tres años), de Ricciardo (de 0,4 en Toro Rosso a los 5 millones en Red Bull), o el ansiado Bottas (de 1 a 3).