“Hay que temer a los políticos que creen que han hecho historia”
RENA DOUROU NÚMERO 2 DE SYRIZA
La número 2 de Syriza y gobernadora de la región de Atenas aboga por la acogida e integración de los refugiados desde los gobiernos locales. ¿Cómo se gobierna la zona más poblada de Grecia? No puedo decir que sea difícil ser presidenta de Ática cuando hay muchos ciudadanos que no tienen trabajo, que no pueden pagar sus alquileres o la comida para sus hijos por las políticas de austeridad impuestas en mi país. Es un reto, en primer lugar, para intentar encontrar soluciones en esta crisis humanitaria y para cambiar el modelo de poder y dar credibilidad a las instituciones locales en el sistema político.
La Unión Europea ha aprobado un polémico tratado con Turquía para reducir la entrada de refugiados. ¿Qué le parece? Este convenio es un paso en la política de regulación del flujo de migración para abordar el problema de los refugiados.
Pero hay numerosas denuncias de que vulnera los derechos humanos. No me gusta interpretar ese acuerdo desde el ámbito ideológico. Es fácil ser crítico, pero lo más difícil es cómo ser eficiente. La solución seguro que no pasa por el cierre de fronteras de algunos países. El reto es encontrar un marco europeo que permita a los refugiados integrarse.
¿Cree que han de ser los gobiernos locales los que organicen la acogida de refugiados? Los gobiernos regionales y locales están obligados por la realidad, que condiciona sus actuaciones. Los refugiados llaman a la puerta del alcalde, no a la puerta del ministro responsable. Son los alcaldes los que están en la primera línea de batalla. Pero como no tenemos un marco legal y claro y existe un solapamiento de competencias entre gobiernos locales, nacionales y europeo creo que tiene que haber una iniciativa con la finalidad de crear el marco en el que se asegure la dignidad de los refugiados.
Ada Colau es una de las cabezas visibles del movimiento de ciudades refugio. La conocí cuando estaba en la carrera por la alcaldía de Barcelona. Es una mujer que sabe lo que quiere para su ciudad y tiene una perspectiva internacional en temas como los refugiados o el papel de la Unión Europea. Creo que es de gran ayuda.
Usted ganó las elecciones en el 2014 con el lema “Si le gusta como van las cosas, no me vote”. ¿Por qué esa campaña? Mi lema iba en contra del populismo, tanto de derechas como de izquierdas, y pedí que los ciudadanos que estuvieran contentos con la situación actual no me votaran. Creo que los ciudadanos necesitan un gobernante que asuma responsabilidades. No soy un Mesías, soy alguien que en lugar de ir a Abu Dabi o a Nueva York con mi currículum y tener un buen sueldo me quedo en mi país e intento luchar por los problemas. Eso es patriotismo para mí.
Se convirtió en la primera dirigente de Syriza en llegar a un puesto de responsabilidad gubernamental. ¿Ha marcado un antes y un después? Hay que tener miedo de los políticos que creen que han hecho una tarea histórica. Cuando fui elegida, no era capaz de entender por qué los medios internacionales esperaban a la puerta de mi oficina para hacerme una entrevista. Y creo que este es mi poder, no ser consciente de lo que he hecho. Contrariamente, tienes el riesgo de convertirte en un arrogante. Para mí lo más importante fue que los ciudadanos confiaran en una
“En Grecia, la Iglesia es más creíble que los políticos y creo que puede ser de ayuda a la sociedad” “No creo en ídolos políticos o en sueños, creo en estrategias, en trabajar duro y en resultados”
mujer para desempeñar el cargo.
¿Qué es lo mejor y lo peor que le ha tocado vivir como gobernadora de Ática? He tenido que luchar en diferentes situaciones que son difíciles de entender en Bruselas o en Berlín. Por ejemplo, gran parte de los fondos de ayuda europea se han gastado en Grecia en las últimas décadas sin obtener resultados. He tenido que luchar contra la evidencia y para dar soluciones que al mismo tiempo dieran credibilidad al sistema público. Y eso es revolucionario para un griego.
¿Es entonces una política revolucionaria?
No, me gustaría que la gente me asociara con una política que hace cosas.
¿Cómo se describe?
Soy tenaz. Sé que no es bueno, pero cuando eres un político y mujer sí lo es. Trabajo muy duro y alguna vez esto ha hecho que algunos de mis colegas hayan estado a punto de dimitir.
Una de sus luchas ha sido la separación de poderes entre Estado e Iglesia. Sí, soy una de las políticas griegas que cree en la separación del Estado y la Iglesia. Pero al mismo tiempo, soy casi la única política de izquierdas que cree que la Iglesia puede ser de ayuda en términos sociales. En Grecia, la Iglesia es más creíble que los políticos.
Si tuviera que escoger a uno, ¿con qué líder político europeo se quedaría? Incluso cuando era una adolescente no tenía ídolo alguno y creo que comparar en política es bastante peligroso. No creo en ídolos o en sueños, creo en estrategias, en trabajar duro y en resultados.
Sus padres eran de tradición conservadora y usted está ideológicamente en las antípodas. Mi padre tenía un voto conservador, pero era mucho más libertario que muchos de los comunistas radicales y me educó tanto a mí como a mi hermano con mente abierta.
¿Siempre ha querido dedicarse al mundo de la política?
¡No! (risas) Mi sueño era ser profesora en la universidad. Pero hay veces en la vida en las que tienes que escoger y para mí el patriotismo no es abandonar mi país, sino quedarse y luchar por los problemas de la gente.
Antes de ser gobernadora fue asesora de publicidad. ¿Los políticos dependen cada vez más de sus perfiles en redes sociales? He visto muchos políticos que han acabado destrozados por sus colegas. No tenemos tiempo para estar al cargo de muchas cosas y atender las redes sociales. Mi consejo es que es mejor no dejar las contraseñas a nadie ni ser demasiado activo, porque si no luego te arrepientes.
En los últimos años de crisis han aumentado los radicalismos en Europa y especialmente en Grecia. ¿Qué se ha hecho mal? Tenemos que entender por qué hemos llegado a esta situación y cómo es que en Grecia, donde nació la democracia, tenemos neonazis en la política. Debido a una falta de educación y a una falta de política de integración tenemos chavales que no saben lo que nuestros antecesores hicieron. Tenemos que reinventar nuestra historia.
¿Cuál es la receta?
Tenemos que cambiar el paradigma moral de la política. Si explicamos a la sociedad que todos los políticos son corruptos, hay riesgo de populismo. No debemos promover que los políticos no tienen que cobrar o que se les debe recortar su salario, porque asumimos el riesgo que la política se convierta en una casta y solo los más adinerados puedan acceder a ella. Es peligroso para la sociedad.
Conoce a Alexis Tsipras desde hace más de veinte años, estudiaron juntos en el instituto. ¿Cuál es su relación con él? Desde que es primer ministro, no tenemos tiempo para vernos. Es un político que mi país y Europa necesitan. No porque sea joven o de izquierdas, sino porque es luchador.
Se dice que usted podría ser su sucesora. ¿Se ve de primera ministra en un futuro? Voy a estar en mi oficina hasta el 2019 y quiero estar bien de salud, es lo único que deseo para el futuro. De bien pequeña leí a Aristóteles y para mí la política es participar y no ir de una oficina a otra.
España celebra unas segundas elecciones en junio por falta de acuerdo entre los partidos. ¿Cree que Podemos encabezará el próximo gobierno? Las visitas del FMI a un país no sólo rompen la cohesión social, sino también la cohesión de los partidos políticos. Se producen escisiones de partidos tradicionales y estos deben cooperar con la aparición de nuevos partidos políticos. Creo que España va a seguir el ejemplo de Grecia.