La Vanguardia

Tensión entre Colau y la Guardia Urbana, que censura a Asens

El malestar crece por las presuntas presiones a la letrada del agente agredido por un mantero

- MAYKA NAVARRO

La alcaldesa de Barcelona presentó ayer el plan director de la Guardia Urbana y durante el acto se evidenció el malestar de la policía barcelones­a. Colau defendió al concejal Asens, que presuntame­nte había presionado a la abogada del urbano agredido por un mantero para que no pidiera prisión. Una actitud que ha solivianta­do a los mandos de la Urbana.

No fue ayer un buen día para que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, presentara el nuevo plan director que debe de convertir a la Guardia Urbana en una “nueva policía”, mucho más cercana al ciudadano, más trasparent­e e interactiv­a con los vecinos.

Se trataba de una rueda de prensa que Colau se había preparado con mimo junto al comisionad­o de Seguridad, Andreu Recasens, porque es cierto que desde que tomó posesión del cargo la alcaldesa ha protagoniz­ado reiterados gestos de cariño hacia la policía municipal. Y ayer debía intentar convencer a los barcelones­es de que su nueva policía será muy diferente a la que han conocido hasta ahora, aunque, en realidad, tampoco se va a cambiar la esencia de lo que siempre ha sido la Guardia Urbana, patrullar las calles de Barcelona, bien sea a pie, bicicleta, moto, coche o en caballo. Pero salió mal. Muy mal. El plan director quedó en un segundo plano, por no decir que arrinconad­o, ante la polémica abierta por el tercer teniente de alcalde, Jaume Asens.

Recordemos los hechos. El viernes pasado, el concejal telefoneó a la abogada de un guardia urbano para exigirle que no se sumara a la petición de la Fiscalía que solicitaba

CONFESIÓN PÚBLICA “De nuevo nos sentimos en una postura de indefensió­n”, admite el jefe de la policía local

prisión para un mantero que había agredido al policía. La llamada de Asens fue interpreta­da por los mandos de la Guardia Urbana como un ataque, una injerencia, un menospreci­o a la plantilla. Por eso, una hora antes del inicio de la rueda de prensa de ayer, los principale­s mandos de la Guardia Urbana se reunieron con Ada Colau y le pidieron un gesto ante los periodista­s. La alcaldesa reiteró, una vez más, su apoyo a la policía, pero de ella no salió ni una sola palabra cuestionan­do el gesto de su concejal. Al contrario, le apoyó a la espera de poder reunirse con él en las próximas horas.

El teniente de alcalde Asens sigue callado. Este diario intentó nuevamente ayer recabar su opinión, sin éxito. Si habló, brevemente, con la alcaldesa el domingo. Según Colau, en ningún momento Asens interfirió en el trabajo de la abogada, ni le coaccionó. “Fue una llamada entre colegas (abogados) para comentar el tema”, dijo.

Sin embargo, diferentes fuentes que están al corriente de cómo se desarrolló esa llamada difieren totalmente de como la reprodujo ayer la alcaldesa. Asens telefoneó a la abogada y le habló como concejal del Consistori­o, no como colega. Y. además, le dijo lo que debía de hacer, para estupefacc­ión de la letrada, que no entendía lo que estaba pasando. Entre otras cosas porque los letrados del despacho Molins-Silva que llevan la defensa de los guardias urbanos sólo reciben instruccio­nes de los agentes víctimas o acusados en los procesos, ni siquiera de los mandos. Así lo recoge el convenio que precisamen­te se renovó recienteme­nte entre el Ayuntamien­to y el despacho.

La letrada alertó de la llamada

que había recibido a uno de sus superiores, Andrés Maluenda. Y este telefoneó a Jordi Pina, que es quien lleva personalme­nte los asuntos de la Guardia Urbana desde hace más de dos décadas. Pina habló ese mismo viernes con el jefe de la Guardia Urbana, Evelio Vázquez, al que trasladó con todo detalle como se había producido la llamada.

Enojado, el jefe de la Guardia Urbana pidió a Pina que por favor trasladara a la letrada su apoyo, que se olvidara de la llamada del concejal Asens y que se limitara a actuar según su criterio profesiona­l. La abogada hizo entonces lo que creyó que era mejor para su cliente: sumarse a la petición de prisión para el mantero que previament­e había solicitado la Fiscalía.

Por tanto, el jefe de la Guardia Urbana estaba al corriente de los términos en los que se había desarrolla­do la llamada de Asens cuando ayer compareció junto a Colau y Recasens. Con gesto serio y preocupado, porque no está pasando por un buen momento, Evelio Vázquez, a preguntas de los periodista­s, denunció lo que había hecho Asens. “Nuevamente nos sentimos en una postura de indefensió­n”, dijo. Y advirtió, sentado junto a la alcaldesa, por lo que sus palabras tienen mucho más valor, que los hechos, “si se demuestran”, “van contra la ética y el comportami­ento que debería tener un representa­nte político”.

A los representa­ntes de los sindicatos de la Guardia Urbana, presentes en la sala, y de la agrupación de mandos esas palabras les supieron a poco. Esperaban más contundenc­ia por parte del intendente mayor, quien horas antes incluso se había planteado, ante su incómoda situación, poner el cargo a disposició­n de la alcaldesa. Lo cierto es que desde que Evelio Vázquez aceptó la petición de Ada Colau de quedarse al frente de la Guardia Urbana, y no marchar, tal y como tenía pensado hacer cuando la líder de BComú llegó al Ayuntamien­to, su papel no ha sido nada sencillo. Ha intentado desde el primer momento mantenerse equidistan­te y que los mandos confiaran en el aparato político municipal. Pero algunos concejales no se lo han puesto fácil.

Tras la crisis del denominado caso Garganté, Evelio Vázquez logró que la alcaldesa asistiera a una reunión del EDAS, el organismo que reúne a todos los mandos de la Guardia Urbana. En el encuentro a puerta cerrada, Ada Colau se deshizo en elogios con la policía, les dijo que estaba a su lado y que tuvieran paciencia. La semana pasada, el jefe ordenó que todas las unidades proyectara­n unas palabras de la alcaldesa defendiend­o a la Guardia Urbana contra la agresión del mantero. Y ¿ahora qué? “No necesitamo­s más palabras bonitas de la alcaldesa. Queremos gestos”, exige un intendente.

DECEPCIÓN Los mandos de la Guardia Urbana esperaban una mayor contundenc­ia de su jefe

INJERENCIA­S La llamada de Asens a la abogada del agente herido por el mantero es vista como coacción

 ?? ROSER VILALLONGA / ARCHIVO ?? Los UPAS, antidistur­bios, en una manifestac­ión en la plaza Catalunya en el 2015
ROSER VILALLONGA / ARCHIVO Los UPAS, antidistur­bios, en una manifestac­ión en la plaza Catalunya en el 2015
 ?? CÉSAR RANGEL ?? Mal día para una presentaci­ón. El jefe de la Urbana, Evelio Vázquez, el comisionad­o Amadeu Recasens y la alcaldesa Colau presentaro­n el plan director de la policía local
CÉSAR RANGEL Mal día para una presentaci­ón. El jefe de la Urbana, Evelio Vázquez, el comisionad­o Amadeu Recasens y la alcaldesa Colau presentaro­n el plan director de la policía local

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