Disturbios en Gràcia por un desalojo
Los Mossos intervienen contra una protesta del movimiento okupa
La manifestación de protesta en contra del desalojo del Banc Expropiat que ayer por la mañana llevaron a cabo los Mossos d’Esquadra por orden judicial desencadenó graves disturbios en las calles de Gràcia por la noche. Un grupo de encapuchados levantó barricadas, arrancó las señales de tráfico y lanzó piedras contra los agentes. Las peores consecuencias se produjeron justo delante del local desalojado, cuando un grupo de encapuchados prendió fuego a los vehículos que había aparcados (motos y una furgoneta de la limpieza) y volcó un coche. El Banc Expropiat es el nombre que pusieron los okupas que se apoderaron en el 2011 de una sucursal en desuso de Caixa Catalunya en la Travessera de Gràcia. El exalcalde Xavier Trias decidió pagar el alquiler anual de 65.500 euros en el 2015 para evitar el desalojo de los okupas y de paso ahorrarse nuevos altercados antes de las elecciones, después de los episodios de violencia tras el intento de desalojo en Can Vies. El desalojo era de esperar desde que en enero el gobierno de Ada Colau decidió dejar de pagar el alquiler de los okupas. El Ayuntamiento de Barcelona en Comú decidió no renovar el contrato de arrendamiento y la sociedad mercantil propietaria del inmueble volvió a reclamar su local. El desalojo se podía producir en cualquier momento y los okupas lo sabían y estaban preparados. Por ello, no fue extraño que, cuando los Mossos d’Esquadra entraron en el local , dos de sus ocupantes se encerraran en la caja fuerte y se encadenaran para posponer el desalojo el máximo tiempo posible. Al final, diez horas de operativo, con la asistencia de bomberos y de cerrajeros. Ya por la mañana, el colectivo repartió octavillas entre los vecinos llamando a la movilización, pero los altercados más graves se produjeron por la noche. Los Mossos lanzaron proyectiles de espuma (foam) para disolver a los antisistema, que amenazan con ser “la peor pesadilla de Colau” y protagonizar seis días más de disturbios. / Toni Muñoz