El 86% de las terrazas cubiertas eluden el cumplimiento de la ley del tabaco
Según la norma, las que tienen más de dos paredes son espacios cerrados
Parece que siempre hay una rendija por la que eludir el cumplimiento de la ley, una fina línea marcada por la falta de concreción que permite a algunos evitar la normativa para su beneficio. En el caso de la ley del tabaco, ese punto débil se encuentra en las terrazas cubiertas, esa extensión del bar o restaurante al exterior que han proliferado como setas de norte a sur del país precisamente para mantener a la clientela fumadora. El 86% de este tipo de instalaciones (recordemos, lonas de plástico abatibles que cubren techos y paredes) no cumplen la normativa ya que se permite fumar en su interior pese a que la ley deja claro que son espacios cerrados. Eso sí, que nadie se llame a engaño, los propietarios lo han hecho con el beneplácito de las autoridades porque esta ilegalidad se comete a diario a la vista de todos.
Este dato, extraído de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras visitar 400 instalaciones de 12 ciudades, se completa con una macroencuesta realizada por la Sociedad Españolas de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) en centros de atención primaria de toda España a 9.333 ciudadanos de todas las comunidades autónomas, entre los cuales había fumadores (18%), no fumadores (43%) y exfumadores (39%) con una media de edad de 46 años. Según este trabajo, un 42% de los españoles se sienten expuestos al humo del tabaco (tabaquismo pasivo) en este tipo de terrazas mientras que el 14% afirma estar expuesto en casa, el 12% en bares y restaurantes, el 6% en el trabajo y un 5% en el coche.
El presidente de la Semfyc, el doctor Josep Basora, recuerda que “la ley del tabaco establece que las terrazas cubiertas por más de dos paredes son ‘espacios cerrados’, por lo que el propietario no debería permitir que se fume dentro”. Desde el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) ya se advirtió hace un año del escaso cumplimiento en las terrazas cubiertas, todas ellas con mesas con su correspondiente cenicero, y en las discotecas, a última hora de la noche.
La Semfyc dio a conocer estos datos ayer, tres días después de la entrada en vigor de la normativa europea que obliga, entre otras cuestiones, a que las advertencias sanitarias ocupen el 65% de la cajetilla de tabaco. En España esta normativa no es efectiva aún (deberá serlo en breve) por la dejadez del Ministerio de Sanidad a la hora de trasponer la norma de Bruselas. Aún así, la industria ya ha comenzado a fabricar los impactantes paquetes al saber que el trámite legislativo llegará en cuanto se forme gobierno (el tribunal de justicia europeo ha validado la norma de la UE).
Las sociedades médicas pedían al Gobierno que fuera más allá de la legislación europea y que se estableciera el empaquetado neutro o genérico (no aparece la marca), pero el borrador de decreto que tenía preparado el ministro en funciones Alfonso Alonso no lo contemplaba. Se limitaba a recoger exactamente la directiva europea, aunque es una norma de mínimos. En relación con esta, la Semfyc ha preguntado sobre la idoneidad de ir un paso más en el envasado. En la encuesta esta medida es apoyada por un tercio de los encuestados (34,6%), un porcentaje un poco mayor tiene dudas sobre su efectividad (38,1%), y una cuarta parte considera que no influye (26,3%).
No opinan así los responsables europeos, que recuerdan que desde que se implantaron las advertencias sanitarias en las cajetillas, junto con otro grupo de medidas, se ha reducido de manera considerable el porcentaje de fumadores. Si en el 2002 había un 40% de fumadores en la UE-15, once años después de que la anterior directiva sobre el tabaco entrara en vigor, los fumadores de la UE-28 se redujeron hasta el 28%.
El 42% de los ciudadanos se sienten expuestos al humo del tabaco en esas terrazas y el 6%, en el trabajo