Se vende ayuntamiento
Bàscara quiere desprenderse de su sede consistorial para poder afrontar así las deudas contraídas por el municipio
El pueblo de Bàscara quiere poner a la venta el edificio consistorial para paliar su deuda con los proveedores. El equipo de gobierno (ERC) no ve más salida que ofertar su patrimonio para apaciguar una situación financiera “límite”. El alcalde Narcís Saurina afirma que el endeudamiento del Ayuntamiento era el 20 de mayo de más de tres millones de euros, lo que representa una deuda del 325%. Y, aún peor, él y su equipo estiman que la situación puede agravarse más, si no toman medidas “urgentes”, y puede llegar a cerca del 474% en enero del 2017. Saurina explica que la realidad les ha superado desde el primer día. “La primera semana encontramos en un cajón un total de 800.000 euros en facturas sin consignar”. Ello, sumado a un remanente negativo de 700.000 euros y otras deudas, da la cifra “inasumible” de los tres millones. La primera decisión que tomó el nuevo gobierno municipal hace un año fue realizar un estudio económico y financiero de las arcas municipales para determinar las cifras del Ayuntamiento. Según este estudio, el anterior gobierno (CiU) se gastó 4,6 millones de euros en un pabellón polideportivo con una piscina cubierta aún por acabar y 2,7 en un hipódromo. En total, 7,3 millones de euros. Unos grandes proyectos, en palabras de Saurina, “desorbitados” para un pueblo de unos mil habitantes y con un presupuesto municipal de aproximadamente un millón de euros. Sin embargo, el exalcalde Lluís Lloret (CiU), que gobernó durante 30 años, afirma que las cifras que expone el actual gobierno de ERC son falsas y que los proyectos se realizaron con una “visión supramunicipal”. Lloret argumenta que el hipódromo costó unos 250.000 euros por la compra de las parcelas y que las obras del pabellón se pagaron “solas” gracias a los 6 millones de euros que se ingresaron con un convenio con el promotor del polígono industrial de Bàscara.
El proyecto está ahora embargado y embarrancado en trámites judiciales. El actual equipo de gobierno quiere desencallar el plan, ya que ven en él parte de la solución económica del pueblo a largo plazo. Las cifras del déficit que expone Saurina, dice su antecesor, son “una conjura entre el equipo de gobierno y el promotor del polígono”. Afirma que el déficit se originó en parte por las costas judiciales con el promotor: “Las deudas acumuladas a través de contenciosos, renovaciones de pagarés y abogados suman más de 400.000 euros”. Según Lloret, la “única deuda bancaria” que quedaba por pagar son unos 180.000 euros, cuyos plazos finalizan en enero del 2021 y el plan de proveedores con 1,2 millones.
Sin embargo, los números del equipo de gobierno son totalmente opuestos a esta versión. El actual alcalde explica que a la deuda presente se le deberá añadir el retorno del IBI de los últimos cuatro años, de unos 700.000 euros. “Esto hace un total de 3.792.694,87 euros que con respecto al presupuesto previsto de unos 800.000 euros para el 2017, da un endeudamiento del 474%”.
El alcalde de Bàscara se reunirá mañana con el delegado del Govern de la Generalitat en Girona para plantear la venta del ayuntamiento, que podría reportar unos dos millones de euros e implicaría el traslado de las dependencias municipales a un edificio nuevo. Saurina explica que han conseguido reducir el gasto en 120.000 euros con la renegociación de “contratos y servicios inútiles”, la rebaja del sueldo del alcalde y mejorando el funcionamiento del Ayuntamiento. El nuevo gobierno municipal se ha puesto en contacto ya con la Oficina Antifrau y el Síndic de Comptes, como paso previo para llevar a la Fiscalía “todas las actuaciones irregulares”. Por su parte, Lluís Lloret exigirá un pleno extraordinario para denunciar la “negligente actuación del alcalde y su falsificación de la verdad”.
El alcalde se reunirá con la Generalitat para tratar la venta, que podría reportar dos millones a las arcas municipales