Bartomeu ensalza al club en una carta abierta
Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, hizo pública ayer una carta en la que resume las vivencias y las emociones vividas en la temporada que, para el club blaugrana, concluyó el domingo en el Vicente Calderón con el triunfo ante el Sevilla en la final de la Copa, lo que representa el séptimo doblete en la historia del club tras la Liga ganada la semana anterior. “Se ha demostrado que tenemos un equipo formado por jugadores y técnicos que no renuncian a una manera de jugar propia y admirada en todas partes”, puede leerse en uno de los párrafos, donde se destaca que ese estilo está basado “en una gran capacidad de sacrificio”.
El máximo dirigente barcelonista elogia el papel de “una afición que es la mejor del mundo porque siempre ha sabido estar al lado del equipo, incluso en las situaciones más duras, sin desfallecer nunca”. En otro momento de la carta, Bartomeu explica que “por mucho ruido que se quiera crear alrededor del Barcelona, con la sanción de la FIFA o los ataques que llegan a menudo por parte de personas y sectores ajenos al deporte, el Barça mira hacia delante, compite y gana”.
La carta reveló parte del contenido de su discurso en la comida con los directivos del Sevilla y los de la Federación Española previa a la final, en el que el dirigente barcelonista no rehuyó uno de los temas más conflictivos de la semana, el de las estelades. “No sé a vosotros, pero a mí me parece anacrónico y patético que un derecho universal que muchos de los que estamos aquí defendimos cuando éramos jóvenes tenga que ser invocado hoy, en pleno siglo XXI: el derecho a la libertad de expresión. Ante esta gran fiesta del fútbol, hemos podido ver cómo personas ajenas al mundo del deporte han preferido crear conflictos donde no hay y han organizado una guerra de banderas en vez de fomentar el espíritu deportivo”. Asimismo, Bartomeu añade: “Dejadme que hable de nuestra afición y que recuerde a quienes nos han faltado al respeto que a los barcelonistas, desde hace ya muchos años, nos gusta llevar, junto a las banderas blaugrana, la senyera o la estelada. Hay muchos barcelonistas que las han adoptado como símbolos identitarios o reivindicativos, de la misma manera que otros muchos no las llevan porque no comparten todo o una parte de su significado. Esto ha sucedido en nuestro campo o en los desplazamientos sin que nunca se haya producido ninguna confrontación o violencia”.
LA CRÍTICA “Me parece patético tener que defender, en el siglo XXI, el derecho a la libertad de expresión”