La Vanguardia

Destinos con buena calidad-precio

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1 ESTONIA Si acabas de bajar del ferri de Estocolmo o de Helsinki, Estonia puede parecer la tierra prometida. ¿Por qué? Ese puñado de monedas que llevas en el bolsillo desde la última vez que saliste de la eurozona te permitirá adquirir una ronda de bebidas aquí. Los precios de hoteles son más tentadores que los de otras capitales históricas europeas. Y lo mejor de todo: lo que obtienes a cambio del dinero para el que has trabajado tan duramente es el disfrute de un glorioso y distinguid­o pedazo de Europa, donde se mezclan las influencia­s orientales y nórdicas.

Más allá de la irresistib­le capital, Tallin, también hay varias islitas bálticas poco conocidas, así como los placeres de las costas y de los bosques del Parque Nacional Lahemaa. Tierra adentro, la segunda ciudad de Estonia, Tartu, es un gran repositori­o de herencias culturales y un destino favorito de estudiante­s, llena de vitalidad, especialme­nte durante las noches de verano.

2 CIUDAD HO CHI MINH & HANÓI, VIETNAM El Índice Mochilero de Price of Travel (www.priceoftra­vel.com), un ranking de treinta y una ciudades asiáticas ordenadas por precio, confirma lo que muchos viajeros ya saben desde hace tiempo: que las ciudades de Vietnam son las mejores para viajes baratos. Hanói y Ciudad

Ho Chi Minh (en segundo y tercer lugar de la lista, respectiva­mente) se encuentran en ese nivel mágico para el viajero mochilero: 20 € por día o menos para comer, dormir y hacer turismo. Encontrar estos precios te llevará a vivir con y como los lugareños, otro punto a favor de hacer un viaje a una ciudad superbarat­a en algún momento del año. Como incentivo extra, el bia hoi, la famosa cerveza barata de Vietnam, vale un par de céntimos de euro en todo el país. Necesitará­s tomar unas cuantas para alcanzar el puntillo, pero puedes permitirte probar un par cada día. 3 ÁFRICA ORIENTAL El brote del virus del Ébola en África Occidental en años recientes, tristement­e para otras partes del país, ha causado estragos en las reservas de vacaciones al continente. No obstante, hay que considerar que las principale­s ciudades europeas están más cerca del centro del brote en África Occidental que donde se encuentra el corazón del turismo de África

Oriental. África es un continente enorme (solo hay que pensar que Estados Unidos cabría en el desierto del Sáhara), así que hazte un favor, y, de paso, al negocio del turismo en África Oriental y aprovecha las ofertas magníficas que tienen en países como Kenia, Uganda,

Tanzania y el resto de la región. Vivirás algunas de las experienci­as más magníficas del mundo, como por ejemplo ver gorilas y deleitarte con los paisajes del gran valle del Rift o con las prístinas playas del océano Índico. 4 NUEVO MÉXICO, EE. UU. ¿Buscas un rincón bonito, barato, activo y gastronómi­camente bendecido del suroeste norteameri­cano? No busques más. Nuevo México da más poder a tu presupuest­o. El tiempo seco y soleado es casi constante. Las vistas en la ciudad de

Albuquerqu­e, pasando por las que figuran en Breaking Bad, pueden ser exploradas por el precio de un viaje en tranvía, y seguidas de una comida económica en una humilde taquería. En otras partes, los deportes de

invierno son buenos y asequibles, y las atraccione­s de exterior son extraordin­arias (y casi todas gratuitas). Este es el caso de los petroglifo­s, los baños termales y los senderos por bosques alpinos. Dada la riqueza de atraccione­s que se encuentran en un solo estado, ahorras no solo en dinero, sino también en tiempo. 5

BOSNIA-HERZEGOVIN­A Lo único que hace falta para que los grandes éxitos europeos parezcan caros es que las fluctuacio­nes de las divisas funcionen en tu contra. Por suerte, siguen existiendo lugares donde tendrás la impresión de ver precios razonables, sin importar tu país de origen. Bosnia-Herzegovin­a es de esos lugares. Alojamient­os, comidas y transporte­s interurban­os asequibles que, junto con ciudades históricas, como Sarajevo y Mostar, con su icónico puente, que figura en la lista de la Unesco, y chutes de adrenalina económicos (por ejemplo, esquí y rafting en el río Una), recompensa­n tanto a los mochileros como a los que buscan un rincón europeo poco explorado. Además, desde aquí es muy fácil extender tu viaje a los países balcánicos vecinos.

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A la izquiera, una calle estonia y el tráfico caracterís­tico de Ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam. Arriba, el puente de Mostar, en Bosnia-Herzegovin­a.
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