Guanajuato, pueblo de leyendas
El “lugar de las ranas”, por la forma de su terreno montañoso, el Bajío o el corazón de México. Hay muchas formas de designar a
Guanajuato, nombre de uno de los estados de México, conocido como la cuna de la independencia, y de su capital, una ciudad
colonial encantadora y declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en el año 1988.
Recorred sus callejuelas empedradas con cierto aire europeo para descubrir los orígenes de Guanajuato, fundada en 1559 como ciudad, hogar, de la mina La Valenciana, de donde se extraía la plata que hizo famoso este lugar. Al lado del yacimiento aún puede visitarse el templo de San Cayetano, en recuerdo a las riquezas que contenía la mina, que cerró hace años, pero que sigue siendo fuente de riqueza para la ciudad: hoy es una atracción turística, y podéis visitarla guiados por mineros jubilados que os explicarán historias y anécdotas de sus años de gloria.
UN LUGAR PARA ENAMORADOS
Las plazas llenas de árboles, los cafés al aire libre, los museos, como el dedicado al Quijote y el de las Momias, y los monumentos históricos os sorprenderán mientras paseáis rodeados de la arquitectura colonial de estilo neoclásico y barroco que inunda una ciudad de lugares legendarios, como el famoso callejón del
Beso, tan estrecho que cuentan que las parejas pueden besarse desde los balcones opuestos.
No podéis iros de la ciudad sin visitar la casa del muralista mexicano Diego Rivera o la Alhóndiga de Granaditas, reconvertida en un museo de historia y arte regional, que en sus inicios fue construido como un inmenso granero. En 1810, la Alhóndiga era la fortaleza donde
SAN MIGUEL D E ALLEND E FUE VOTADA COMO MEJOR CIUDAD D EL MUNDO PARA VISITAR EN EL AÑO 2013, GALARDÓN OTORGADO POR LA REVIS TA CONDÉ NAS T TRAVELER
se protegían los españoles, y fue el sitio de la primera gran victoria sobre ellos. Ocurrió cuando un minero local, apodado El Pípila, se ató una gran piedra a la espalda para desviar las balas españolas, y abrió una brecha en sus defensas hasta lograr quemar las puertas de la fortaleza.
SAN MIGUEL DE ALLENDE
Declarada Ciudad Patrimonio por la UNESCO en 2008, sus callejones conservan el esplendor de la era del
Virreinato. Las zonas arqueológicas, el mercado de artesanías y la arquitectura novohispana se combinan con la alegre música de mariachi que suena en la calle. Además, ir a San Miguel significa relajarse en un Hotel & Spa y disfrutar de la rica gastronomía del país, en la que
destacan las enchiladas mineras -tortillas rellenas de carne, frijoles o queso y cubiertas con una salsa de chile guajillo y chile ancho– y las
pacholas guanajuatenses, un tipo de carne molida y especiada. O disfrutar de la tranquilidad de una terraza para tomarse un tequila o un mezcal. Además, Guanajuato lleva a cabo muchas cumbres gastronómicas, festivales y recorridos por los viñedos y campos agaveros.
PUEBLOS MÁGICOS
Y si queréis probar lo que os ofrece el estado de Guanajuato, podéis optar por una visita a pueblos mágicos como Dolores Hidalgo, donde deberíais observar el atrio de la mítica parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, de estilo barroco, desde donde el cura Hidalgo arengó al pueblo a iniciar la lucha por la libertad de México. Otro de los pueblos con magia es Salvatierra, fundado por españoles en 1644 como centro de evangelización, con su bella plaza de Armas, el santuario de Nuestra Señora de la Luz y el convento-fortaleza de las Capuchinas. También
Mineral de Pozos, conocido como un pueblo fantasma, abandonado dos veces desde su fundación y renacido hoy gracias a los descendientes de los antiguos mineros, que han rescatado sus viejas casonas y callejones. Si escucháis con atención, aún oiréis los ecos de las viejas leyendas de los mineros que vivieron en esta tierra semidesértica que surge de los túneles hoy abandonados.
Pero si sois amantes de la aventura, Guanajuato reserva muchas sorpresas, como rutas guiadas en bicicleta, viajes en globo, parapente o paracaídas, actividades de senderismo o un safari en jeep con excursiones por la sierra del Venadito.