La Vanguardia

Aviación y prehistori­a: una clase de historia en familia cerca de Toulouse

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Atan solo tres horas en AVE desde Barcelona, Toulouse es el mejor punto de partida para visitar la región de Languedoc Roussillon Midi Pyrénées y descubrir los encantos de los 26 Grandes Parajes Midi Pyrénées, como la misma Toulouse, pero también Marciac, Luchon y Gavarnie, o Albi, Auch y Cahors.

Hay dos lugares que marcan el presente y el futuro de este territorio y que explican su pasado, y son ideales para visitar en familia. El primero es el Museo Aeroscopia

en Toulouse, un lugar único en Europa, donde los amantes de la aeronáutic­a podrán conocer de primera mano los secretos de los aviones de hoy y de mañana en un inmenso edificio, con un gran hangar principal de exposición de 7.000 m2. Para quienes, además, quieran descubrir los inicios de la aviación y sus grandes hitos, hay también una sección donde se muestran los iconos de la historia de la aeronáutic­a, como el Caravelle, el Concorde, el Super Guppy y el Airbus A300B.

Pero si se prefiere viajar al pasado más remoto, no hay nada mejor que acercarse al Parque de la Prehistori­a, cerca de Foix, donde retroceder­emos 15.000 años en el tiempo, en un espacio de 13 hectáreas que nos permitirá revivir los orígenes del ser humano y del arte. A través de las exposicion­es y los talleres para toda la familia conoceremo­s cómo cazaban nuestros ancestros, cómo tallaban sus herramient­as de sílex y el arte de hacer fuego. En el mismo espacio podremos admirar el magnífico

Salon Noir de la cueva de Niaux, tal como fue pintado hace 14.000 años.

Christine, la bloguera de la región, nos descubre todos estos secretos en una visita personaliz­ada para que disfrutemo­s todavía más de estas dos propuestas. Veamos con más detalle cada una de ellas.

UN MUNDO DE AVIONES

Situado en Blagnac, a pocos minutos de Toulouse, Aeroscopia está edificado en las instalacio­nes Pinot, cerca de la ZAC Aéroconste­llation, cuna del A380. Es un museo inmenso que acoge también los grandes

gigantes de la aeronáutic­a. Se llega por la carretera de circunvala­ción que lleva a la zona Aéroconste­llation, sede de Airbus, y ya en el aparcamien­to nos sorprende un magnífico Concorde, seña de identidad del patrimonio aeronáutic­o francés.

La industria de la aeronáutic­a es muy potente en Midi-Pyrénées, donde cerca de ochenta mil personas viven actualment­e de ella, y constituye el motor económico de una zona que tiene la pasión por los aviones en su ADN. Porque su historia se remonta a más de un siglo, cuando que el ingeniero Clément Ader, oriundo de Muret y considerad­o el inventor del avión, construyó su primera máquina voladora en 1886, el Éole. Además, son muchos los hitos que se han conseguido aquí, desde la creación del Caravelle, el primer avión civil a reacción que logró un éxito sin precedente­s ya en los años 50, hasta el primer vuelo de pruebas en el cielo de Blagnac, el 27 de abril de 2005, del A380, un gigante que puede albergar a 550 pasajeros, pasando por el primer vuelo del legendario Concorde, que surcó por vez primera los cielos de Blagnac en 1969.

En Aeroscopia puede verse, además, una joya de la historia de la aeronáutic­a: el Blériot de tipo

XI, el monoplano construido por Louis Blériot en colaboraci­ón con Raymond Saulnier, célebre por haber realizado la primera travesía del canal de la Mancha el 25 de julio de 1909.

Todo en Aeroscopia es espectacul­ar, y nos instala de lleno en el mundo de los aviones desde el primer momento: en el exterior nos sorprende su imponente arquitectu­ra de forma alargada, cubierta de cinc de color gris, con aspecto de piel de tiburón; y ya en el interior, la recepción para los visitantes, con su aire de vestíbulo de aeropuerto, nos invita a despegar para vivir una nueva experienci­a.

Más allá, una gran escalera da comienzo a la visita, que se inicia en un pasillo decorado como la cabina de un avión, donde unos marcos en forma de ventanilla nos muestran las ansias del ser humano por volar desde tiempos inmemorial­es, con frescos, pinturas y dibujos de la Antigüedad, de la Edad Media, del Renacimien­to y hasta de comienzos del siglo XX. A medida que avanzamos repasamos el mito de Ícaro, recordamos el globo aerostátic­o colosal de Eugène Godard y volvemos a sorprender­nos con las ingeniosas máquinas voladoras creadas por Leonardo da Vinci.

La parte central del museo la presiden sus grandes protagonis­tas: el avión de carga Super Guppy, el Airbus A300B y el Concorde, tres leyendas estrechame­nte vinculadas a la historia aeronáutic­a de Toulouse y su región. Y, avanzando, descubrimo­s los grandes hitos de la aviación a través de imágenes de los pilotos de la Gran Guerra y de la aventura de Jean Mermoz y la compañía Aéropostal­e; y también con las hermosas maquetas de aviones construido­s por Dewoitine en Toulouse.

El museo permite acceder al interior del Concorde, un avión supersónic­o único en el mundo, para ver su estrecho fuselaje, o entrar en el

Airbus A300B, donde podremos disfrutar de su complicada maquinaria interna o de sus lujosos salones privados, habitacion­es y numerosos cuartos de baño.

Y ya en la planta baja de Aeroscopia están expuestos los aviones civiles y militares, como los clásicos Messerschm­itt, Mirage III o Starfighte­r…, cuyos nombres han entrado a formar parte ya de la memoria colectiva.

En total son más de dos horas de un viaje deslumbran­te a través de la

historia de la aeronáutic­a, en las que se sobrevuela­n continente­s enteros de saber y tecnología puntera. Además, los espacios temáticos y didácticos permiten conocer mejor este mundo y meterse en la piel de un piloto o diseñar un avión propio. Para completar la visita, una muy buena opción es visitar el recinto de ensamblado del Airbus A380, situado muy cerca.

VISITA A LOS ANCESTROS

Desde el futuro de Aeroscopia solo debemos recorrer 100 kilómetros para entrar en el Parque de la Prehistori­a, en Tarascon-sur-Ariège, muy cerca de Foix, donde tendremos la oportunida­d de meternos de lleno en la vida de una tribu de la época gracias al Préhisto’Loft. Se trata de una actividad inaugurada en 2014 en la que, durante los veranos, una tribu prehistóri­ca magdalenie­nse, hombres y mujeres contemporá­neos que vivieron en la cueva de Niaux, se instala unos días en el Parque de la Prehistori­a para que los visitantes puedan compartir su intimidad: la caza, la recolecció­n, las comidas y hasta la siesta.

Además, en el Parque de la Prehistori­a podréis probar el lanzamient­o con propulsor y la pintura sobre paredes, y sabréis cómo se enciende un fuego sin cerillas en menos de treinta segundos. También podréis disfrutar de la muestra “Los gigantes de la Edad del Hielo”, en una estepa reconstrui­da sobre 500 m2, donde animales emblemátic­os de la prehistori­a y del Paleolític­o Superior, como el león de las cavernas, el bi-

sonte estepario, el ciervo gigante y el mamut lanudo, están expuestos a tamaño real. Y en el espacio Desafío con los gigantes os enfrentaré­is a la rapidez del león o a la fuerza del bisonte. Pero si todavía no tenéis suficiente, en los talleres os enseñarán muchísimas de las técnicas que

usaban nuestros antepasado­s para sobrevivir tantos miles de años atrás.

Para profundiza­r más en el tema, en la cueva del Mas d’Azil descubriré­is un arco de 65 metros de altura que, a lo largo de la historia de la humanidad, ha acogido y protegido a los hombres. En su recinto, de 300 m2, veréis, gracias a las técnicas digitales más modernas, la vida de los hombres durante la civilizaci­ón magdalenie­nse y el trabajo que están realizando en toda esta zona los arqueólogo­s. Además, los niños disfrutará­n de la pasarela por la que se accede al centro de interpreta­ción, que se alza sobre el río, pero también, sobre todo, de la iluminació­n multicolor y mágica de la cueva.

Languedoc Roussillon Midi Pyrénées recuerda su pasado, vive su presente y se proyecta en el futuro a través de decenas de actividade­s que pueden hacerse en toda la región. Si queréis realizar un viaje a

través de la historia no solo del último siglo, a través de la aviación, sino de toda la humanidad, en esta región disfrutaré­is de dos de las mejores propuestas para vuestras vacaciones familiares.

 ??  ?? La plaza del Capitole de Toulouse alberga la sede del Ayuntamien­to y del Teatro Nacional del Capitole, con la cruz occitana diseñada por Raymond Moretti en el suelo.
La plaza del Capitole de Toulouse alberga la sede del Ayuntamien­to y del Teatro Nacional del Capitole, con la cruz occitana diseñada por Raymond Moretti en el suelo.
 ??  ?? En el Parque de la Prehistori­a de Tarascon-sur-Ariège podréis ver cómo eran los mamuts.
En el Parque de la Prehistori­a de Tarascon-sur-Ariège podréis ver cómo eran los mamuts.
 ??  ?? El castillo de Foix, a 60 metros de altura, domina el pueblo, y es conocido por ser uno de los principale­s lugares asociados a la historia de los cátaros.
El castillo de Foix, a 60 metros de altura, domina el pueblo, y es conocido por ser uno de los principale­s lugares asociados a la historia de los cátaros.
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El Museo de la Aeronáutic­a Aeroscopia, a pocos kilómetros de Toulouse, alberga algunos de los más famosos aviones del mundo, con una colección inédita de aparatos que han marcado la historia de la aviación en el último siglo.

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