La escuela concertada se rebela contra el nuevo modelo educativo valenciano
El Gobierno de Compromís rectifica la política del PP y quiere más escuela pública
El nuevo gobierno de izquierdas en la Comunidad Valenciana que preside el socialista Ximo Puig ha impulsado un nuevo modelo educativo en las enseñanzas obligatorias. Un modelo que apuesta por recuperar la calidad en educación pública frente al seguido por el PP en sus 20 años de gobierno. Decisión que ha sublevado a la escuela concertada, temerosa de perder los beneficios adquiridos durante dos décadas.
La tensión comenzó hace meses, cuando la conselleria de Educación y Cultura que dirige Vicent Marzà, de Compromís, advirtió de que no iba a tolerar que los colegios concertados, es decir, subvencionados con fondos públicos, cobraran a los padres por actividades voluntarias, como así sucede en muchos casos. Pero la movilización de la concertada, con manifestaciones en varias ciudades, ha venido condicionada por tres razones: por el denominado arreglo escolar, que determina unidades que se cierran y abren para el 2016-2017, por la baremación para puntuar las peticiones de plaza escolar y por la eliminación del distrito único.
Tras años de crecimiento sostenido, por primera vez la escuela concertada no crecerá en unidades el próximo curso. En la actualidad, en la Comunidad Valenciana hay 2.796 centros educativos: 1.700 públicos, 429 concertados y 667 privados.
Para el curso 2016-2017, la conselleria ha cerrado en la concertada 22 unidades y ha abierto 20 en infantil, primaria y educación especial, pero ha abierto alguna más en ESO y Formación Profesional, por lo que el balance es cero. Pero Vicente Morro, presidente de Mesa Educación y de Fcapa padres católicos, que reconoce estas “tablas”, critica que se han denegado 200 nuevas solicitudes en ESO, Formación Profesional y bachillerato. En paralelo, la escuela pública crecerá en infantil, primaria y educación especial en 445 unidades.
Los datos confirman el cambio de paradigma. El PP favoreció claramente a la concertada durante sus años de gobierno. En los tres cursos desde el 2012 al 20142015, tras hinchar las ratios máximas de alumnos por clase un 20% permitido por la Lomce, cerró 606 aulas en los colegios públicos. Los datos del Ministerio de Educación confirman que desde el curso 2011-2012 ha habido un claro retroceso de alumnado en la pública valenciana en beneficio de la concertada.
La baremación de la petición de plaza escolar también ha irritado a la concertada. Porque se han eliminado dos puntos clave: el de la “libre asignación del centro”, que permitía al colegio un criterio parcial para aceptar o no a un alumno; y el de antiguo alumno. A juicio del conseller Vicent Marzà, esto permitía que “los colegios eligieran sus alumnos y no al revés”. Los sindicatos consideran que este último aspecto determinaba que la “carga” de población inmigrante recayera sobre la escuela pública y no sobre la concertada.
Por último, la conselleria ha eliminado también el distrito único en todas las grandes ciudades como Valencia, recuperando los distritos por barrios. La concertada cree que esto limita la libertad de elección.