Año 1.
La alcaldesa se fija como objetivo aumentar la “fuerza social” de BComú
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, celebró ayer en el parque de la Estació del Nord junto con su formación, BComú, el primer aniversario de la victoria en las elecciones municipales. Colau calificó de “épico” este año de gobierno. En la foto, coge en brazos a su hijo, Luca, ante la mirada de Xavier Domènech.
“Somos imperfectos, pero estamos haciendo lo que algunos creían que sería imposible que hiciéramos”.
Ada Colau se dirigía ayer en estos términos, con un “orgullo enorme”, a un público absolutamente entregado a la causa de los comunes y, sobre todo, rendido al intocable carisma de una líder que, en tan poco tiempo, ya ha generado el suficiente interés para que un documental sobre su meteórico acceso al poder se proyecte en las salas comerciales de cine.
Varios centenares de personas se habían congregado ayer en el parque de la Estació del Nord para celebrar el primer aniversario de la victoria de BComú en las elecciones del 24 de mayo del 2015 y para escuchar cómo los concejales de esta formación, los consejeros de distrito y los responsables de la organización política rendían cuentas a sus seguidores del trabajo realizado desde que, el 13 de junio del pasado año, la exactivista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) tomara el relevo de los 118 hombres que, antes que ella, habían asumido el cargo de alcalde de Barcelona.
La jornada, que se prolongó durante todo el día y concluyó con un mitin de precampaña de las elecciones generales con la propia Ada Colau y el cabeza de lista de En Comú Podem, Xavier Domènech, tuvo mucho de autoimposición de medallas condimentada con una pizca, la justa, sin pasarse, de autocrítica, casi siempre explicada por el desconocimiento inicial de la institución y de la compleja maquinaria del Ayuntamiento, las ganas de molestar de los grupos de la oposición y, sobre todo, la falta de tiempo que, según confesó la propia alcaldesa, impide a los cargos de BComú dedicarse más a los barrios, a la gente.
“Hemos demostrado que se
LO QUE MEJOR LLEVA La alcaldesa y su equipo dicen sentirse protagonistas de un “momento histórico”
LO QUE PEOR LLEVA Se queja de que las rutinas institucionales le restan tiempo y energías
puede gobernar de forma más colaborativa, más humilde, más participativa. Lo que hemos hecho es épico”, proclamó Ada Colau en el mejor momento de una semana que, como ella misma recordó, no ha sido nada fácil de gestionar por la “conjunción astral” que ha hecho que coincidieran el aniversario de su triunfo electoral, la firma del pacto de gobierno con el PSC y los incidentes en las calles de Gràcia. Estos han puesto en cuestión desde algunos ámbitos políticos y sociales la autoridad de Ada Colau, que ha tenido oportunidad de comprobar algo por lo que han pasado todos sus predecesores: cómo las cuestiones relacionadas con el orden público y la seguridad, sin ser
competencia directa de un Ayuntamiento, pueden convertirse en una pesadilla para cualquier alcalde.
Ada Colau no esconde que le molesta profundamente la rutina de los órganos de dirección y de control de la tarea del gobierno, el tener que dar explicaciones una y otra vez a la oposición, en las comisiones, en los plenos, a aquellos partidos que, a su juicio, practican “la estrategia del desgaste” y que le privan de dedicar más horas a cultivar lo que ella denomina “la fuerza social”. “No somos superhéroes, pero sentimos que tenemos fuerza social”, dijo retomando un discurso que apenas ha variado desde la noche de las elecciones del 24 de mayo de 2015, cuando Ada Colau proclamó que, por primera vez, en Barcelona, había ganado “la gente”, esa gente que la aupó a la alcaldía, pero que lo hizo otorgándole el menor número de concejales obtenido jamás por una formación ganadora de los comicios en la capital catalana.
Según la alcaldesa, esa fuerza social es también la que ha permitido al de BComú no ser un gobierno débil a pesar de ser un gobierno en minoría. Y para dar más energía a un equipo que no tiene el menor reparo en considerarse protagonista de “unos momentos históricos”, a un grupo de elegidos que, según afirmó la portavoz de BComú, Susana Segovia, “estamos en el gobierno, pero que no tenemos (todavía) el poder”, Ada Colau se comprometió a “inventar más mecanismos para dar más fuerza a los ciudadanos”.
A pesar de que mantiene el espíritu de la activista que fue, a lo largo de este año la Ada Colau alcaldesa ha ido modelando algunas partes de su discurso para adaptarlas a su actual condición de máxima representante de una gran institución, algo que la ha llevado a asumir responsabilidades impensables para ella hace muy poco tiempo, como la de jefa política de la Guardia Urbana. Ayer, en el parque de la Estació del Nord, se vieron algunos destellos de esa nueva Ada Colau.
Por ejemplo, cuando uno de los asistentes al diálogo con la alcaldesa, entre contados aplausos y el silencio expectante de la mayoría, pidió la puesta en libertad del mantero que agredió a palos a un guardia urbano en el paseo Joan de Borbó. Colau le dejó claro que una cosa es defender a los colectivos más débiles y otra bien distinta tolerar agresiones como aquella, actuaciones que “no se pueden permitir”. Se descarta, así pues, la intercesión de la alcaldesa por el mantero al que se le fue la mano. Para eso, en este gobierno plural, ya está el concejal Jaume Asens.
LA PROMESA DE COLAU “Hemos de inventar más mecanismos para dar más fuerza a los ciudadanos”
EL PRINCIPIO DE NO VIOLENCIA Reitera que no intercederá por el mantero que agredió a un guardia urbano