El dilema del pirata
Una editorial ve inadecuados en la Suecia multicultural unos dibujos de extranjeros del autor para niños Jan Lööf y le pide que los retoque
La cada vez más multicultural sociedad sueca se enfrenta a dilemas. Dos libros infantiles del escritor e ilustrador Jan Lööf están siendo revisados por la editorial Bonnier Carlsen, que sugirió al autor retoques por entender que los dibujos contienen
“descripciones estereotipadas de otras culturas”. Uno de los libros, Morfar är sjörövare (Mi abuelo es pirata, publicado en España en su día por la editorial Miñón y reeditado por Susaeta), salió en Suecia por primera vez en 1966, y ha sido traducido a varios idiomas. En el relato, el protagonista trata con el vendedor callejero Abdullah y con el pirata Omar.
“Me han dado un ultimátum; o rehago los dibujos, o los libros no serán reeditados”, dijo Jan Lööf al diario Dagens Nyheter. En el otro libro, Ta fast Fabian (Atrapar a Fabián), publicado por primera vez en 1997, hay un personaje negro que parece ser que toca los bongos, vestido con atuendo tribal y gafas de sol, mientras el resto de la banda musical lleva ropa occidental. Una portavoz de la editorial lamentó que Löof, de 76 años y ganador en el 2011 del premio Astrid Lindgren de Literatura Infantil y Juvenil, interprete como un ultimátum la petición de la editorial de actualizar los dibujos. Según la portavoz, “si eres un niño de origen mediooriental, puedes cansarte de que en los cuentos no aparezca casi nunca un personaje de tu origen en el bando de los buenos”.
La editorial considera que la sociedad sueca ha cambiado desde que se hicieron esos dibujos. “Suecia se ha convertido en una sociedad multicultural en pocas generaciones –tercia Andreas Johansson Heinö, especialista en democracia y multiculturalismo en Suecia–. En los años cuarenta, era aún extremadamente homogénea, con 99 de cada cien ciudadanos que habían nacido en Suecia, mientras que ahora el 18% de los ciudadanos ha nacido en el extranjero”.
No sólo estas obras de Lööf están siendo cuestionadas. También Pippi Calzaslargas, la rebelde heroína salida de la pluma de Astrid Lindgren, protagonizó un caso similar en el 2014, cuando la televisión pública SVT anunció que modificaría unas frases de la famosa serie televisiva por considerarlas racistas. En una, Pippi llamaba a su padre negerkung (rey de los negros), usando esa expresión en sueco que tiene ahora connotaciones racistas. En el nuevo audio televisivo, Pippi dice: “¡Mi padre es el rey!” Los herederos de Lindgren, fallecida en el 2002, aprobaron el cambio –que en los libros no fue introducido–, pero muchos suecos se indignaron, pues Pippi es un monumento nacional.
Respecto al caso del pirata, en las redes sociales ha habido apoyo a Jan Lööf, con tuiteros e internautas planteando si la corrección política en multiculturalismo estaba yendo demasiado lejos. “En otros libros infantiles ha habido debate sobre estereotipos al describir a extranjeros –apunta la politóloga Ann-Cathrine Jungar–. Pero se corre el riesgo de caer en otro tipo de extremismo, y no admitir que, precisamente porque la cultura cambia, puede ser conveniente explicar a los niños por qué en el pasado las descripciones eran así”.
La serie de TV ‘Pippi Calzaslargas’, basada en los libros de Astrid Lindgren, cambió una frase juzgada racista