Boda entre Alejandro Santo Domingo y Charlotte Wellesley
Alejandro Santo Domingo y Charlotte Wellesley se casan en la localidad de Íllora
Íllora, un pequeño pueblo granadino de algo más de diez mil habitantes, acogió ayer a una amplia representación de la aristocracia europea y la élite económica para asistir a la boda de Alejandro Santo Domingo, uno de los solteros más cotizados de Nueva York, y lady Charlotte Wellesley, cuarta hija del noveno duque de Wellington. El enlace se celebró en la iglesia de la Encarnación, un edificio del siglo XV, construido por encargo de por encargo de los Reyes Católicos y diseñado por Diego de Siloé, autor de la catedral de Granada
Doscientos cincuenta invitados, entre los que se encontraba el rey Juan Carlos, la duquesa de Cornualles y Andrea Casiraghi, se reunieron en la parroquia de la localidad granadina, a la que llegaron en autobuses procedentes de Granada, a treinta kilómetros de Íllora. La iglesia, situada en la plaza de San Rogelio, tenía establecido un perímetro de seguridad tras el cual se concentraban decenas de vecinos. Los balcones cercanos lucían todos banderas británicas, colombianas y españolas. La ceremonia se ofició en español por el párroco José Luis Ontiveros y en inglés por un obispo de la iglesia anglicana. Los adornos florales corrieron a cargo de una empresa francesa mientras la Orquesta Ciudad de Granada y los alumnos del conservatorio Reina Sofía de Madrid pusieron la música del evento.
El matrimonio se celebró ante el conocido como Cristo de los Milagros, una talla barroca de autor desconocido que se salvó milagrosamente del fuego durante la Guerra Civil y a la que Charlotte Wellesley profesa gran devoción. Tanta que su familia ha donado 11.000 euros para que pueda ser restaurada. El actual duque de Wellington habla correctamente español, considera que España es su segunda patria y se preocupa de cuidar las tierras y dar empleo a los habitantes de Íllora.
Charlotte Wellesley, de 25 años, es la hija menor del duque de Wellington
Alejandro Santo Domingo posee una fortuna estimada en 4.300 millones de dólares
El recién casado estaba considerado hasta ayer como un soltero de oro
La novia es una habitual de la localidad, donde se la puede ver en misa los fines de semana
Alejandro Santo Domingo, de 39 años, es uno de los principales accionistas de SAB Miller, la segunda mayor cervecera del mundo y posee, según Forbes, una fortuna estimada en 4.300 millones de dólares. Es tío de Tatiana Santo Domingo, la esposa de Andrea Casiraghi el primogénito de Carolina de Mónaco, que estuvieron presentes en el enlace. Aunque de origen colombiano, el recién casado posee la nacionalidad estadounidense y estaba considerado hasta ayer como uno de los solteros de oro de Manhattan. Entre sus anteriores relaciones destacan la heredera Amanda Hearst o la modelo española Eugenia Silvia. Charlotte Wellesley, de 25 años, es la hija menor del duque de Wellington, duque de Ciudad Rodrigo y vizconde de Talavera, y de Antonia de Prusia, descendiente del káiser Guillermo. Graduada en Arqueología y Antropología por la universidad de Oxford, actualmente trabaja en Londres como productora de Mario Testino, uno de los fotógrafos más famosos del momento. La novia, que habla español con acento andaluz, es habitual se la puede ver en misa los fines de semana que acude a la finca familiar.
Entre los asistentes se encontraban el rey Juan Carlos, Camila Parker-Bowles, esposa de Carlos de Inglaterra y duquesa de Cornualles; Tatiana Santo Domingo, sobrina del contrayente, y su marido, Andrea Casiraghi; la modelo Eva Herzigová, el cantante británico James Blunt, casado con una prima de la novia, Paloma O’ Shea y un largo elenco de amigos de los novios y de las familias respectivas, llegados de todas las partes del mundo.
Tras el enlace, los invitados se trasladaron a la finca La Torre, una extensión de 960 hectáreas de olivares y campos de cereales, donde se celebró el festejo. Conocida como La Torre de los Ingleses, fue un regalo de las Cortes de Cádiz a Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, el militar irlandés que combatió a los franceses durante la guerra de la independencia y que derrotó a Napoleón en Waterloo.
La finca ha pertenecido desde entonces a los descendientes del duque. Abandonada por sus propietarios en distintas fases de la historia, en los años ochenta fue ocupada por un millar de jornaleros en los años ochenta, aunque en la actualidad está explotada y da trabajo a 80 personas. La finca fue muy visitada por Carlos de Inglaterra durante su juventud y, ya casado, regresó acompañado tanto por Diana de Gales y también por Camila Parker, aunque no al mismo tiempo.