Los límites del piano
Lars Vogt
Obras de: J.S. Bach i Beethoven Lugar y fecha: Palau de la Música (26/V/2016) Tres días después de la magnífica actuación de Benjamin Grosvenor en el Palau, otro pianista ocupaba el escenario modernista. Veintidós años mayor que el músico inglés, el alemán Lars Vogt suponía el contrapunto perfecto a una semana muy musical en la ciudad de Barcelona. Y lo era por su exploración de los límites del lenguaje pianístico con dos obras cruciales de la literatura para teclado: las Variaciones Goldberg de J.S. Bach y la Sonata op. 111 de Beethoven.
La articulación nítida, la velocidad a veces vertiginosa y el dominio de la gimnasia digital presidieron las variaciones bachianas, con soluciones discursivas muy bien encontradas y que respondían a una lectura a fondo (partitura en mano) de las páginas del maestro de Eisenach y con resultados muy personales y alejados de algunos clichés interpretativos que muchos tenemos en la cabeza ante las Goldberg.
Sin duda, la obra más problemática era la última sonata beethoveniana, por su carácter enigmático, por su escritura de inusitada modernidad y por los referentes literarios (empezando por Thomas Mann) que tiene detrás. Vogt ofreció una lectura intensa, yendo a fondo con respecto a las posibilidades técnicas del Steinway que ocupaba el escenario del Palau y con uso inteligente del pedal. Pero confieso que me dejó un poso de insatisfacción. Puede ser que la cosa estuviera condicionada por la densidad de dos páginas excesivas, y que después de la obra de Bach la mejor opción era volver hacia casa u ofrecer un programa menos denso. Pero el hecho de que Vogt leyera la partitura y que los últimos compases sonaran a ir al grano no acabó de saciar las muchas expectativas que teníamos puestas.