Hillary Clinton ya es la primera mujer candidata a presidir Estados Unidos
La aspirante demócrata hace historia al lograr los delegados necesarios para su nominación a la Casa Blanca antes de la batalla de California
Hillary Clinton se ha convertido en la primera mujer que competirá por lograr la presidencia de Estados Unidos al sumar los delegados suficientes para ser la candidata del Partido Demócrata. El hito alcanzado por la ex secretaria de Estado y los apoyos públicos recibidos de las filas demócratas contrastan con la división de los republicanos ante la actitud de Donald Trump. Los insultos al juez que investiga un fraude en la Trump University son la enésima polémica.
Cuando el cantautor John Legend (All of me) apareció el lunes en el escenario del Greek Theatre de Los Ángeles y anunció que Hillary Clinton ya tenía los delegados necesarios para convertirse en candidata, aquel multitudinario mitin, organizado para asegurar la victoria en California, se convirtió en la celebración de un acontecimiento histórico.
Efectivamente, la víspera de la gran batalla de California se confirmó que, por primera vez en la historia, una mujer está en condiciones de convertirse en presidenta de la primera potencia mundial, Estados Unidos. La idea de marcar un hito histórico, como lo fue el hecho de que un hombre de raza negra, Barack Obama, alcanzara la presidencia, forma parte ahora del guión de campaña de Clinton. “Mis seguidores son apasionados. Se han comprometido. Han votado por mí en gran número en todo nuestro país por muchas razones. Pero entre esas razones está su convicción de que tener una mujer presidenta es en sí mismo una declaración histórica sobre el país que somos y lo que representamos... es muy emocional hacer historia”.
Esa es la épica que todos los especialistas han notado en falta en la racional campaña de Clinton, cuando parece que los estadounidenses están reclamando emociones, como la political revolution que propone su rival Bernie Sanders, o la ruptura con la política convencional que preconiza el magnate conservador Donald Trump. Las declaraciones solemnes de las líderes feministas del país no se hicieron esperar. “En realidad esto es una revolución,” dijo Terry O’Neill, presidenta de la Organización Nacional de la Mujer. “Parafraseando a Neil Armstrong: Es un gran paso para las mujeres, y un paso aún más grande para Estados Unidos”, dijo Barbara Lee, líder de una fundación que lleva veinte años ejerciendo de lobby para que las mujeres accedan a cargos políticos, “Una mujer nominada para presidenta –añadió Lee– representa un cambio tangible en la cultura política estadounidense. Con más mujeres en el poder cambia la forma de liderar. Se ve y se nota”.
La agencia Associated Press, que lleva el escrutinio de referencia sobre la asignación de delegados, anunció a media tarde que con los delegados y superdelegados obtenidos por Clinton en Puerto Rico, la aspirante a la nominación ya podía considerarse “presunta candidata”, porque tenia garantizado el apoyo de 2.383 delegados, es decir, la mayoría absoluta que asegura la proclamación del candidato en primera votación en la Convención Nacional que celebrarán los demócratas en Filadelfia (Pensilvania) la última semana de julio. Después de AP, otros medios como la CNN, y la MSNBC aún añadieron un delegado más a la mayoría de Clinton.
Había como una necesidad de adelantar acontecimientos, sabiendo como sabía todo el mundo que con las primarias de Nueva Jersey, Montana, Nuevo México, las dos Dakotas y California, la mayoría de Clinton en número de delegados superará la línea de la mitad más uno en varios centenares. Eran evidentes los intentos por rebajar la tensión acumulada en las últimas semanas por la disputa en California con Bernie Sanders o evitar que una victoria del senador socialista en el Golden State complicara aún más la Convención de Filadelfia y el proceso de reconciliación del partido para que los miles de seguidores que ha reclutado Sanders no se desentiendan de la elección general. De ello depende que Clinton gane o pierda con Donald Trump.
La difusión del rumor de que el presidente Obama apoyará a Clinton en las próximas horas –era obvio que el presidente apoyará al candidato demócrata– iba en esa dirección. La propia líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, la californiana Nancy Pelosi, que se había
EL DATO La candidata sumó la mayoría de 2.383 delegados la víspera de la batalla de California
LA ESTRATEGIA
La misma épica que llevó a un negro a la Casa Blanca se aplica ahora a una mujer
mantenido au-dessus de la mêlée, optó por proclamar su apoyo a Clinton en el último minuto, cuando las urnas ya estaban abiertas
La explosión de júbilo que se vivió en el Greek Theatre cuando se confirmó la mayoría favorable a Clinton provocó que todas las estrellas que arropaban a la candidata la trataran ya como la “presidenta de Estados Unidos”. “A mí no me gusta más Hillary que Bernie, pero se trata de impedir que Donald Trump sea presidente y ya va siendo hora que una mujer presida este país”, comentó con La Vanguardia Andrea, una madre de familia que asistía con sus dos hijas al festival convocado bajo el lema “She’s with us” (Ella está con nosotros). La fiesta tenía ciertamente un aire femenino y feminista. Se notaba una complicidad entre las mujeres como si estuvieran ganando una batalla. Su actitud era muy distinta que la de Jordan, un joven voluntario que prefiere a Clinton porque “es más sólida, tiene un proyecto estructurado y es una apuesta más segura para evitar que Donald Trump llegue a presidente”. Cuando no ejerce de voluntario, Jordan trabaja en una financiera.
El festival “She’s with us” tenía como objetivo echar el resto en la campaña californiana de Clinton y de paso recaudar fondos. No cabía un alfiler en el recinto con capacidad para 6.000 personas. El evento demostraba la diversidad del Partido Demócrata. Los que menos, pagaron 45 dólares por su
LA EUFORIA Y Stevie Wonder gritó: “Estamos celebrando que Hillary será la próxima presidenta”
localidad, pero también se vendieron todos los tickets de 5.000 dólares, que daban derecho a codearse con las estrellas: Christina Aguilera, Cher, John Legend, Ricky Martin y Stevie Wonder. También estuvo Magic Johnson, el más optimista respecto a las posibilidades de la candidata. El evento terminó con el dúo Wonder-Legend cantando el clásico Superstition con el público entregado. Wonder dijo que “estamos celebrando que Hillary será la próxima presidenta”, pero antes Clinton, que es muy precavida, advirtió: “Estamos a punto de lograr una conquista histórica sin precedentes, pero aún nos queda mucho trabajo por hacer”.
ANDREA, MADRE DE FAMILIA “Me gustan Hillary y Bernie por igual, de lo que se trata es de frenar a Trump”