Atentado contra la policía en el corazón europeo de Estambul
Un coche bomba en una parada de autobuses deja 11 muertos y 36 heridos
Estambul vivió ayer su tercer atentado en lo que va de año, esta vez en pleno Ramadán. Al menos 11 personas murieron y otras 36 resultaron heridas al estallar un coche bomba al paso de un autobús policial en el centro histórico. El atentado se produjo a las 08.40 horas de la mañana, cuando el vehículo con los agentes circulaba cerca de una parada pública de autobuses en el barrio de Beyazit Vezneciler, en la parte europea de la metrópoli y cerca de la Universidad de Estambul y del Gran Bazar.
Tampoco queda muy lejos el barrio turístico de Sultanahmet, donde el 12 de enero de este año un suicida del Estado Islámico (EI) se hizo estallar matando a 10 personas, entre ellas ocho alemanes. El 19 de marzo, otro suicida dejó cuatro víctimas en la calle Istiklal, una de las avenidas comerciales más concurridas de la ciudad. La amenaza terrorista que sobrevuela Turquía sigue hiriendo al turismo en plena temporada alta.
En el ataque de ayer, la bomba explotó por control remoto desde un coche alquilado, y las autoridades detuvieron a cuatro personas relacionadas con el vehículo.
Aunque nadie se ha adjudicado la responsabilidad, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y algunos analistas de medios de comunicación responsabilizaron rápidamente al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, por la tipología y la forma del crimen.
“Dijeron que iban a cometer atentados en las grandes ciudades. ¿Está esto relacionado? Sí, atentan en todos sitios. Los terroristas no duermen”, aseguró Erdogan a la prensa tras visitar a varios heridos en un hospital de Estambul.
En marzo, un atentado suicida con coche bomba del grupo armado Halcones por la Libertad de Kurdistán (TAK, en sus siglas en kurdo) cerca de una parada de au- tobuses urbanos en Ankara causó 37 muertos y más de un centenar de heridos. Este grupo reivindicó también un atentado en febrero contra un convoy militar en el centro de la capital del país, cometido con un coche bomba, que causó 28 muertos, la mayoría militares. El grupo armado se presenta como una escisión radical del PKK, y se ha atribuido diversos ataques y atentados contra civiles desde el año 2004.
La bomba explotó ante un hotel de cinco estrellas que, por suerte, estaba vacío. Los daños causados son considerables, incluyendo la histórica mezquita de Shehzade Pasha. Según las autoridades, siete de las víctimas eran policías.
“Los atentados tienen como objetivo a aquellos que trabajan por la seguridad de la gente. Vamos a luchar contra el terrorismo hasta el final”, sostuvo Erdogan.
Erdogan culpa a la guerrilla kurda del PKK, que se ha atribuido diversos ataques desde el 2004