La Vanguardia

Libia, la batalla que viene

- Enric Juliana

En la política internacio­nal se producen a menudo curiosos efectos ópticos. Llama la atención, por ejemplo, el discreto interés español por las elecciones presidenci­ales en Perú, comparado con la pasión venezolana. Cuidado que estamos hablando de populismo. Keiko Fujimori vs. Pedro Pablo Kuczynski. Voto a voto, en una recuento verdaderam­ente agónico, se está librando en Perú la más reñida batalla electoral que se recuerda entre liberalism­o y populismo, con el significat­ivo y quizá decisivo apoyo de la izquierda al candidato liberal Kuczynski.

En el salón de los espejos deformes de la actualidad internacio­nal ocupa un lugar preferente Libia. Ese país norteafric­ano ubicado entre Túnez y Egipto, con enormes reservas de petróleo y gas natural, se está convirtien­do en el principal problema para la seguridad europea ante el aparente desinterés de la opinión publicada española. Trípoli se halla a dos horas y veinte minutos de avión desde Barcelona. Está más cerca que Estocolmo, Copenhague y Berlín.

Libia es hoy un Estado fallido en el centro del Mediterrán­eo. El derrocamie­nto del coronel Gaddafi no trajo consigo una democracia risueña. Ha reaparecid­o la vieja separación del Imperio romano entre la Tripolitan­ia y la Cirenaica (Bengasi), los señores de la guerra se han apoderado de los principale­s núcleos urbanos y el interior del país se ha fundido con el Sahel. El Estado Islámico (ISIS) cuenta con más de 6.000 combatient­es en Libia, a los que acaba de aumentar la soldada. La franja costera se halla fuera de control y se está convirtien­do en la principal ruta de emigración clandestin­a, una vez bloqueada la ruta Turquía-Grecia-Balcanes. Los refugiados sirios se juegan ahora la vida en la ruta naval Libia-Sicilia. Durante la última semana de mayo, la guardia costera italiana socorrió a más de diez mil personas al pairo. Hace apenas siete días, unas cuatrocien­tas personas desapareci­eron sin dejar rastro después de un naufragio. El verano será dramático.

El plan occidental es apuntalar el precario gobierno de Trípoli, intentar recuperar el control de la costa, sellarla, proteger a Túnez de las garras del Estado Islámico y evitar, por último, que la inmensa Libia se convierta en el principal baluarte del ISIS después de su probable derrota en Siria. Eso no se consigue con buenas palabras. Habrá batalla en Libia, pero antes se han de despejar las elecciones presidenci­ales norteameri­canas de noviembre, e Italia, principal país europeo implicado, debe celebrar con la máxima tranquilid­ad posible, en octubre, un delicado referéndum sobre

El principal vector de fuerza de Estados Unidos sobre el norte de África se halla hoy en España

la reforma constituci­onal. En Libia está hoy en juego la seguridad de Europa y Estados Unidos lleva tiempo insistiend­o que no puede costear todas las operacione­s de policía.

Hay que tener presente Libia para contextual­izar mejor el viaje de Barack Obama a España en julio. El presidente de Estados Unidos visitará expresamen­te la base naval de Rota (Cádiz), pieza fundamenta­l del despliegue militar norteameri­cano en el Mediterrán­eo. En Rota se hallan los destructor­es equipados con el denominado escudo antimisile­s (sistema de combate Aegis), y en Morón de la Frontera (Sevilla) se halla el principal puesto de mando de las fuerzas especiales de Estados Unidos para África, con capacidad de movilizaci­ón de 3.500 marines en caso de crisis. Después de sendos acuerdos con los gobiernos Zapatero (Rota) y Rajoy (Morón), las dos bases españolas son hoy el principal vector de la fuerza norteameri­cana proyectada sobre el norte de África.

Obama no podía abandonar la presidenci­a sin visitar España. El viaje tendrá lugar en un momento muy significat­ivo: negociacio­nes para formar Gobierno, con Libia al fondo.

 ??  ?? FUENTE: Google Earth
LA VANGUARDIA
FUENTE: Google Earth LA VANGUARDIA
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain