Ridículo en el último ensayo
Derrota en un pésimo partido ante una de las peores selecciones de Europa
España acabó su preparación para la Eurocopa con una derrota inesperada en un partido soporífero ante Georgia, un rival que figura en el número 137 del ranking de la FIFA, cuya única obsesión en el Coliseum era no salir goleado y acabó llevándose la victoria en su única oportunidad al aprovechar una falta de concentración de la defensa de la selección que entrena Del Bosque. Si se trataba de probar cosas, las conclusiones no pudieron ser más que un fiasco monumental y un bajonazo en toda la línea de flotación en la moral para un equipo que venía de imponerse sin problemas ante Bosnia y con buen juego y una goleada a Corea del Sur.
Con un equipo de inicio que será probablemente parecido al del debut ante la República Checa el lunes en Toulouse, España sacó a la luz las carencias que ya evidenció en el pasado Mundial. Dominó el balón pero le faltó profundidad. Durante demasiados minutos, sobre todo en la primera parte, la roja tuvo un aire desganado y al final, cuando quiso, le faltaron frescura y recursos para imponerse a una defensa georgiana convertida en un muro, con casi todos sus jugadores defendiendo en su área.
Las pocas incógnitas que trataba de desvelar Del Bosque quedaron en nada. De Gea dejó en el banquillo a Casillas, pero el rival no le probó salvo en el gol, en el que quedó vendido en una contra de Georgia que sólo Piqué pareció tomarse en serio.
Sin Iniesta en el once, el equipo no tuvo creatividad y los meritorios como Nolito y Lucas Vázquez pasaron bastante desapercibidos, sin un mal desborde que saliera bien. Reaparecieron, además, malas prácticas anteriores, como los silbidos a Piqué cada vez que el central azulgrana tocaba el balón, pitidos que se fueron diluyendo con el paso de los minutos, como si el aburrimiento hubiera dormido a los espectadores.
Sólo dos jugadores han jugado los tres partidos de preparación: Nolito y Cesc. Fàbregas estuvo muy bajo en todo el primer tiempo, que para España se saldó con una única ocasión en un remate lejano de Thiago que se fue al poste.
Con Iniesta de salida en el segundo tiempo el juego español ganó en precisión y velocidad. Georgia se replegó con descaro pero el juego continuó sin abrirse por las bandas, ni siquiera con la salida de Silva como único recurso.
La última media hora resultó angustiosa para Georgia porque no veía el momento de perder tiempo, simular lesiones
Nada le funcionó a ‘la roja’, que jugó su peor partido amistoso bajo la batuta de Del Bosque
y todo lo que hiciera falta para cazar una victoria histórica que entrará en los anales de su fútbol. Lanzada en tromba España, más embarullada que otra cosa en su juego, el árbitro islandés concedió más de ocho minutos de prolongación que tampoco le sirvieron a la roja ni para un triste empate en una noche aciaga. La derrota rebaja las expectativas de un equipo que esta tarde viaja a Francia a la isla de Ré, donde quedará concentrada toda la Eurocopa.