El Banco de España alerta de los riesgos de la incertidumbre política
El regulador confirma la desaceleración en el periodo 2016-2018
El Banco de España alertó ayer de las consecuencias que para la economía puede tener “la prolongación del período de incertidumbre política tras la convocatoria de unas nuevas elecciones legislativas”. En concreto el supervisor alertó de que esta situación “puede dar lugar a que los agentes pospongan temporalmente algunas decisiones de gasto como consecuencia de la indefinición acerca del curso futuro de las políticas económicas”. Los comentarios del Banco de España se incluyen en la nota sobre la actualización de las proyecciones macroeconómicas en las que se confirma la desaceleración en el crecimiento económico desde el 3,2% el año pasado al 2,7 este año, un 2,3% en el 2017 y un 2,1% en el 2018, como se aprecia en el gráfico.
Esa proyección es idéntica a la que realizó el supervisor en marzo pasado. El cambio más significativo en las previsiones son la estimación de IPC para este año que pasó del -0,1% en marzo al actual -0,5%. El Banco de España estima que el IPC presentará “tasas de variación negativas hasta final del verano” que dará lugar al citado retroceso anual del -0,5%. En cambio se estima un crecimiento en los años posteriores “asociado a la trayectoria de recuperación del precio del petróleo”.
En cambio, el Banco de España mejoró las estimaciones de déficit público para este año que pasan del 4,4% del PIB en marzo al 4,1% actual. En el 2017, la previsión es que el desfase presupuestario sea del 3,4% del PIB. No sería hasta de aquí a dos años cuando la economía española consiguiera situar el déficit público por debajo del 3% al quedar fijado en el 2,9%. De cumplirse estas expectativas España tardaría un año más de lo exigido por Bruselas en dejar el déficit en el 3%.
En cualquier caso, la mejora de las proyecciones del 2016 se apoya en la incorporación de la información de la Actualización del Programa de Estabilidad, que incluye medidas de control del gasto público por valor de 3.500 millones de euros, de los que 2.000 millones se corresponden con el ajuste presupuestario del Estado y el resto con medidas que se esperan que adopten las autonomías. Donde se aprecian pocos cambios es en el mercado laboral. Según las estimaciones del supervisor de aquí a dos años aún habrá 17 de cada 100 trabajadores en paro. Actualmente el paro está en el 21%. Esa reducción del desempleo se apoyará en un aumento de los puestos de trabajo un 2,5% este año y un 1,9% el próximo.
El Banco de España advirtió ayer también de “la incertidumbre en torno al proceso de consolidación presupuestaria”. Obviamente el supervisor recuerda que “la evolución macroeconómica vendrá también condicionada por la agenda de reformas estructurales”. Por esa rezón, el Banco de España advierte de “la conveniencia de evitar retrasos en la aplicación de las reformas todavía necesarias”. Daniel Fuentes, analista de AFI, declaró ayer que “esperábamos del Banco de España una revisión al alza del crecimiento del PIB este año después de que el primer trimestre haya sido mejor de lo esperado con un 0,8% de incremento y el segundo también parece bueno”. Fuentes coincide con el Banco de España en que el IPC bajará este año y recuerda que si no fuera por la caída del petróleo la inflación estaría en el entorno del 1% de crecimiento. Para Pedro Aznar, profesor de Esade, hay tres elementos que permitirán una alza futura del IPC: una recuperación del mercado de trabajo que empuje hacia arriba los salarios, el cambio de ciclo del petróleo con tendencia al alza y los frutos de la política monetaria.
Sobre el petróleo, el Banco de España cree que este año se situará en 43,4 dólares por barril y en 51,3 dólares en el 2018.