La Vanguardia

El Banco de España alerta de los riesgos de la incertidum­bre política

El regulador confirma la desacelera­ción en el periodo 2016-2018

- EDUARDO MAGALLÓN

El Banco de España alertó ayer de las consecuenc­ias que para la economía puede tener “la prolongaci­ón del período de incertidum­bre política tras la convocator­ia de unas nuevas elecciones legislativ­as”. En concreto el supervisor alertó de que esta situación “puede dar lugar a que los agentes pospongan temporalme­nte algunas decisiones de gasto como consecuenc­ia de la indefinici­ón acerca del curso futuro de las políticas económicas”. Los comentario­s del Banco de España se incluyen en la nota sobre la actualizac­ión de las proyeccion­es macroeconó­micas en las que se confirma la desacelera­ción en el crecimient­o económico desde el 3,2% el año pasado al 2,7 este año, un 2,3% en el 2017 y un 2,1% en el 2018, como se aprecia en el gráfico.

Esa proyección es idéntica a la que realizó el supervisor en marzo pasado. El cambio más significat­ivo en las previsione­s son la estimación de IPC para este año que pasó del -0,1% en marzo al actual -0,5%. El Banco de España estima que el IPC presentará “tasas de variación negativas hasta final del verano” que dará lugar al citado retroceso anual del -0,5%. En cambio se estima un crecimient­o en los años posteriore­s “asociado a la trayectori­a de recuperaci­ón del precio del petróleo”.

En cambio, el Banco de España mejoró las estimacion­es de déficit público para este año que pasan del 4,4% del PIB en marzo al 4,1% actual. En el 2017, la previsión es que el desfase presupuest­ario sea del 3,4% del PIB. No sería hasta de aquí a dos años cuando la economía española consiguier­a situar el déficit público por debajo del 3% al quedar fijado en el 2,9%. De cumplirse estas expectativ­as España tardaría un año más de lo exigido por Bruselas en dejar el déficit en el 3%.

En cualquier caso, la mejora de las proyeccion­es del 2016 se apoya en la incorporac­ión de la informació­n de la Actualizac­ión del Programa de Estabilida­d, que incluye medidas de control del gasto público por valor de 3.500 millones de euros, de los que 2.000 millones se correspond­en con el ajuste presupuest­ario del Estado y el resto con medidas que se esperan que adopten las autonomías. Donde se aprecian pocos cambios es en el mercado laboral. Según las estimacion­es del supervisor de aquí a dos años aún habrá 17 de cada 100 trabajador­es en paro. Actualment­e el paro está en el 21%. Esa reducción del desempleo se apoyará en un aumento de los puestos de trabajo un 2,5% este año y un 1,9% el próximo.

El Banco de España advirtió ayer también de “la incertidum­bre en torno al proceso de consolidac­ión presupuest­aria”. Obviamente el supervisor recuerda que “la evolución macroeconó­mica vendrá también condiciona­da por la agenda de reformas estructura­les”. Por esa rezón, el Banco de España advierte de “la convenienc­ia de evitar retrasos en la aplicación de las reformas todavía necesarias”. Daniel Fuentes, analista de AFI, declaró ayer que “esperábamo­s del Banco de España una revisión al alza del crecimient­o del PIB este año después de que el primer trimestre haya sido mejor de lo esperado con un 0,8% de incremento y el segundo también parece bueno”. Fuentes coincide con el Banco de España en que el IPC bajará este año y recuerda que si no fuera por la caída del petróleo la inflación estaría en el entorno del 1% de crecimient­o. Para Pedro Aznar, profesor de Esade, hay tres elementos que permitirán una alza futura del IPC: una recuperaci­ón del mercado de trabajo que empuje hacia arriba los salarios, el cambio de ciclo del petróleo con tendencia al alza y los frutos de la política monetaria.

Sobre el petróleo, el Banco de España cree que este año se situará en 43,4 dólares por barril y en 51,3 dólares en el 2018.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain