La Europa bicéfala
Alemania censura con tremenda acritud al Banco Central Europeo, que, tras dejar los tipos al 0% en marzo y adoptar todo tipo de medidas no convencionales para aumentar el crédito y estimular el consumo y la inversión, da un nuevo paso dentro de su política expansiva con la compra de bonos corporativos de empresas de la zona euro.
El Commerzbank, entidad financiera que recibió asistencia pública durante la crisis financiera y en la que el gobierno alemán conserva una participación de alrededor del 17% del capital, evalúa la posibilidad de almacenar miles de millones de euros en cámaras en lugar de pagar una penalización por depositarlo en el Banco Central Europeo (BCE), según indicaron a Reuters fuentes conocedoras de la situación. Aunque aún no se ha tomado ninguna decisión, la entidad habría mantenido consultas al respecto con las autoridades alemanas, indicaron dos funcionarios bajo la condición de no ser identificados. Un portavoz del Commerzbank aclaró que la entidad no está almacenando dinero “por el momento”, aunque declinó comentar si podría planteárselo en el futuro. Una decisión en este sentido por parte de una entidad parcialmente controlada por el Estado representaría una de las formas de protesta más sustanciales hasta la fecha contra la política del BCE. El banco central con sede en Frankfurt impone una tasa negativa del 0,40% al dinero “aparcado” en su balance, lo que equivale a un cargo de 4 euros al año por cada 1.000 euros con vistas a estimular la concesión de préstamos por parte de las entidades, que se quejan de las pocas opciones de que disponen ante la debilidad de la demanda de crédito.